Basket León presenta su nuevo proyecto e imagen corporativa con el respaldo de un grupo de empresarios leoneses que pretenden devolver el baloncesto de élite a León
Este martes se presentaba la imagen corporativa y el proyecto deportivo de Basket León cuyo objetivo a corto-medio plazo es devolver el baloncesto de élite a la ciudad de León.
Una imagen sorprendente e innovadora y un proyecto ilusionante son los pilares fundamentes sobres los que se apoya el club de baloncesto que desde hace meses trabaja en crear una estructura profesional para recuperar la categoría profesional en León.
Será la liga EBA en la que Basket León competirá la temporada 2020/2021, el primer paso para que León vuelva a tener baloncesto profesional. Un proyecto joven, con una base de jugadores de León, con la idea de plantar cara y competir a cualquiera, y dirigido por Rafa Gil y Alexis Álvarez son sus señas de identidad.
El presidente del club leones, Álvaro Barrioluengo, fue el encargado de hacer la presentación de un proyecto que se lleva fraguando desde el pasado septiembre . «León es una ciudad que quiere baloncesto, nuestro proyecto esta formado y dirigido por gente cuyo objetivo es
que los leoneses recuperen esa ilusión por el deporte de la canasta y esta abierto a toda la gente que quiera arrimar el hombro», señalaba Barrioluengo.
El regidor del club leonés señaló además que ante la situación de incertidumbre actual «el salto a la categoría LEB debe esperar porque de lo contrario sería dar un salto al vacío», explicaba.
Vea la presentación de la nueva imagen de Basket León
Opinión
No es la primera vez que se habla de un proyecto ‘baloncestístico’ en León que acaba peor que empezó, con deudas, enemistades y fracaso deportivo.
Ahora, se presenta una nueva oportunidad – quizás la última – para que, una ciudad que saboreó como pocas las mieles del deporte de la canasta, ponga la semilla que germine en un proyecto de futuro. La implicación consistorial – con el sabido amor por este deporte de su Concejal de Deportes, Vicente Canuria, – y el serio entramado empresarial encargado de aportar recursos puede ser insuficiente sin una dirección deportiva de garantías.
No debemos olvidar, que en esto del deporte, el hábito no hace al monje.