Acaban de cesar como entrenador de la Cultural a Ramón González. Primero todo mi apoyo, cariño y respeto hacia su persona y su trabajo
En un año que se presumía de construcción y asentamiento de una nueva filosofía para una categoría novel con alguien de la casa, el fútbol vuelve a demostrar que no entiende de plazos, paciencia y otras virtudes similares poco compatibles con la urgencia y necesidad que vive la entidad por equilibrar su mega estructura con respecto a la categoría donde milita…
Urgencias poco compatibles con el despropósito de gestión de la primera plantilla, errores groseros al fichar entrenadores, van tantos en tan poco tiempo que preferí perder la cuenta. Errores muy groseros también al confeccionar la plantilla temporada tras temporada desde el descenso a los infiernos. Sirvan como ejemplo jugadores fichados en junio y despedidos en septiembre con la correspondiente liquidación en el bolsillo, o cada año 9 o 10 fichajes nuevos con un porcentaje de aciertos casi nulo. Este verano hubo que traer solo 17 nuevos, vamos un despropósito y un error tras otro que no han dado frutos pero han costado mucho dinero, créanme ,mucho dinero.
Y yo me pregunto, ¿alguno tendrá la suficiente valentía, honestidad, vergüenza (y otras lindezas que prefiero obviar) de presentar la dimisión? Ahora, ¿los que trabajan en las zonas nobles del estadio no van a dar la cara y asumir su responsabilidad? Supongo que es mejor decapitar a un entrenador antes que poner su propia cabeza en juego como elemento de distracción…
¡Ah, y a rey muerto rey puesto! Llega Curro Torres, con nombre de torero, y falta le va a hacer dominar el antiguo arte de la tauromaquia primero para arreglar lo que está mal construido y segundo para mejorar los números con los que llega a la Cultural como entrenador. Demasiadas alforjas para tan poco bagaje.
Desde mi particular opinión para ser un buen jockey no hace falta, ni basta si se pudiese, haber sido antes un buen caballo… Sus números que meten más miedo que un Miura en un encierro en San Fermín…
En fin, que no nos pase nada y suerte maestro, falta te va a hacer y mucha. Y también dos huevos duros.