La Cultural, pese a comenzar mandando en el marcador, regresa a León con un punto tras empatar en la Isla (1-1)
Semana de Pasión, Muerte y… ¿Resurrección? Si se estuviera en tierras jerosolimitanas en el 33 d.C. bien sería conocido por todos el final de esas tres palabras y cuyo desenlace en este Domingo de Pascua se festeja. Sin embargo, la historia de este Calvario tiene lugar en 2023, y teniendo a una Cultural que hace ya tiempo que perdió la fe como protagonista.
Porque el equipo leonés se instituía como un serio aspirante a disputar los playoffs de ascenso a Segunda… pero de aquello ya hace una travesía de 84 días y 84 noches por el desierto. Porque en cuestión de tres meses, en cuestión de una segunda vuelta para el verdadero olvido, la Cultural comenzó un Vía Lucis con la victoria ante el Depor, pero acabó nuevamente en las tinieblas del sepulcro.

Vio la luz Niko Obolskii con un tanto suyo en la primera mitad. Y es que hay que decir que si hubiera un preso que liberar en el equipo del Bernesga y el Torío, este sería el de Tula. Sin embargo, Biabiany con colaboración desinteresada de Salvi Carrasco decidió que el Via Crucis personal de los blancos tendrá que prorrogarse una semana más.
Una balanza que no se decidió
Con las esperanzas de que, como aquel Lázaro bíblico, la Cultural se «levantase y anduviera» en su visita a la isla con su propio nombre, la de León, comenzó un encuentro en el que la muerte podía dar paso a la vida. Los leoneses llegaban tras un duro golpe ante el Linares, y una segunda vuelta en la que el farolillo rojo es su seña.
Poco tardaría Gabri Martínez en meter el miedo en el cuerpo a los del Reino con un remate que se estrelló en el larguero y solo la ayuda divina hizo que no botara dentro de la línea. Con un igual esquema táctico que el que hace una semana estaba cayendo en tierras leonesas, Niko Obolskii demostró que estas semanas son las suyas. Carrera del ruso más de fe que de optimismo, robo del balón y latigazo a las mallas.
El 0-1 devolvía parte del optimismo a una grada blanca que, siempre fiel a la cita, se dejaba ver en el Iberoamericano 2010. Sin embargo, las tinieblas no estaban ni menos desaparecidas, y un parisino de nombre Biabiany se erigiría como un auténtico demonio para las aspiraciones leonesas.

No fue a la primera, buena intervención de Carrasco, ni a la segunda, el remate se fue acariciando el poste, sino a la tercera, previo paso por vestuarios, cuando este Lázaro no volvería a caminar. Un centro desde la derecha, de esos que Salvi ha atajado en un millar de ocasiones, tuvo la mala fortuna de acabar en las botas del francés tras escurrírsele al malagueño de sus guantes. En esta ocasión, Salvador no hizo honor a su nombre. Nada que reprochar al héroe de la temporada.
Un 1-1 que daba fuerzas a los azulinos. Ante ello, cambio de esquemas en la parroquia blanca. La entrada de Joseba Muguruza en el ataque pareció encontrar el desborde que pedía Docampo. Dos latigazos del vasco desde la frontal casi suponen el 1-2, pero la puntería no jugó a su favor. Entre tanto, Gabri Martínez veía la roja en un encontronazo con el propio ‘Mugu’. Siendo sinceros, el color no fue el indicado.

Con uno más sobre el campo, el final del partido se tiñó de blanco, aunque no de gol. Claudio Medina, de cabeza, pudo dibujar los tres puntos, pero el remate se marchó por encima del larguero. El pitido final agravó un Calvario que parece, no tiene fin. Una victoria y cinco goles en 12 partidos. Décima posición en la tabla. Y con unos puestos rojos que ya calientan. El Vía Lucis no quiso encenderse en San Fernando.