Los leoneses, de más a menos, caen en La Línea de la Concepción (1-0), dando a los locales su primera victoria en casa de la temporada
Popular y coloquialmente, se conoce a la noche del 1 de noviembre, la de Todos los Santos, como Noche de Brujas. Halloween, para los ‘americanizados’, y Nueite D´Ánimas, para los más leoneses. Sea como sea, y reciba el nombre que reciba, una noche en la que los espíritus resucitan para aventurarse al mundo de los vivos. Pueden venir en son de paz, como en el Día de Muertos latinoamericano, o con ganas de atemorizar, como la ya famosa Güeste D´Ánimas o Santa Compaña de nuestra tierra.
En este caso, dicha noche oscura y tenebrosa ha adelantado su fecha, y cambiado su ubicación. No es 31 de octubre, pero sí que ha habido una resurrección. La de un equipo que llegaba sin ninguna victoria en su feudo y en puestos de descenso. Y, la Cultural, que llegaba como párroco que llega a entregar la extremaunción, finalmente se ha vuelto para su tierra con una Balona resucitada.

Víctor Mena, en el primer balón que tocó, enmarcó el definitivo 1-0 en el marcador que devolvía a los linenses al mundo de los vivos, y alejaba a los leoneses del de los dioses. Porque los de Docampo querían pasar una semana más en los puestos de playoffs a costa de un club herido y, por contra, han sido los del sur los que han convertido el sueño en la pesadilla de Halloween.
Víctor Mena y el ‘truco o trato’
Pese al resultado final no hay que engañarse, la Cultural no empezó mal el encuentro. Viaje largo, pero ambición entera. Teniendo como espectador de honor el siempre imponente Peñón de Gibraltar, Obolskii quiso abrir la lata, como bien ha expresado que prefiere hacer. Disparo lejano del ruso, y el balón acababa en las manos de Varo.

La más clara llegaría justo después, con un mano a mano de Muguruza que el arquero despejaba a córner. Y más tarde tendría una semejante Percan, pero bien atento estuvo el arquero en la salida. La Cultural controlaba el encuentro, y los fantasmas parecían envolver a los locales. Sin embargo, justo antes del descanso, una buena ocasión de Joao Pedro que se iba fuera iba a predecir lo que estaba por llegar.
Cierto es que los leoneses volvieron a sacar el rodillo al inicio del segundo acto. Pero, como bien indicaba el míster de los locales: «Los cambios no se usan para cambiar, sino para mejorar». Y así fue. Poco a poco, la Balona fue comiendo terreno leonés, y el cuero, que antes lucía el blanco culturalista, fue poco a poco tiñéndose con el negro de los linenses.

Llegaban por las bandas los de La Línea de la Concepción, y Docampo pensó en que era mejor quitar a Solís y meter a Cristian Pérez para evitar un asalto mayor. También se volvió a ver a Saúl González tras lesión, y además muy cerca de su San Fernando anterior. Sin embargo, el truco ya estaba preparado, y el trato a punto de efectuarse.
En un córner, y sólo en el rechace posterior al remate, Víctor Mena, que acababa de entrar, puso toda su potencia en el disparo que supuso el 1-0 en el marcador. ¿El truco? Un equipo que llegaba con una mala racha. Lobo con piel de cordero. ¿El trato? Debió de ser algo así como «Nosotros aún no hemos ganado en casa y vosotros todavía no habéis empatado, todos contentos».

Los últimos minutos fueron de dominio culturalista intentando sacar su primer empate de la temporada. Kevin Presa desde lejos probó. Buena mano del arquero rival. También Tarsi Aguado, ex de la casa, la tuvo desde el Peñón. Mala ejecución del navarro. Finalmente, y con una contra de los linenses que podría haber supuesto el 2-0, el marcador reflejó la Nueite D´Ánimas anticipada para los leoneses.
Fotografías: Europa Sur