Los de Eduardo Docampo se imponen al Fuenlabrada (2-0) en un encuentro completo y ya acarician el playoff / Incluye vídeo resumen
Era el momento señalado en el día señalado. Tras los festejos que durante toda la semana han hecho retroceder a León hasta su espíritu más tradicional, San Froilán en persona, como si del Apóstol Santiago en la Batalla de Clavijo se tratara, apareció instantes antes de que los guerreros de Docampo saltaran al terreno de juego para conducirlos a la victoria. Eran los leones contra los gallos. Y, sin juegos de David contra Goliath, el rugido blanco ganó al canto azulón.
Como bien se ha explicado: el momento señalado en el día señalado… y con los jugadores idóneos. Niko Obolskii, para empezar, se deshizo de sus fantasmas particulares que la pasada jornada habían hecho que su pena máxima se fuera directa al Tajo. Un tanto de cazador, con una celebración de león. Salvi Carrasco, para seguir, dijo adiós a tantos goles encajados convirtiéndose, nuevamente (y van…), en uno de los héroes al detener un penalti que hubiera sido el 1-1. Pablo Trigueros, para acabar, confirmó que la titularidad debería haber llegado algunas jornadas antes.

Antes de ello, el Palacio de los Deportes había vibrado con la primera victoria de la historia en EBA de la Cultural en el mundo de la canasta. Había que contagiar esas ganas unos metros más a la derecha del escenario, y así fue. Porque la Cultu demostró, ante las críticas y su Reino, que ese feudo que defienden puede volver a ser bautizado como ‘inexpugnable’.
Niko I de Rusia, Salvi el ángel sin alas y Trigueros vuelo sin motor
Hay quien puede pensar, con temor, que la pasada temporada se vivió un encuentro semejante en la visita del Racing a la capital leonesa. Lo cierto es que la memoria no puede ser engañada, pero sí convencida. Porque son ya cuatro las victorias cosechadas en siete partidos. Son nueve los goles encajados, sí, pero tres las porterías a cero y seis los puntos conseguidos fuera.

Los leoneses salieron al verde sabiendo de la importancia de esta cita. Llegaban los kirikos, principales candidatos a regresar a Segunda División. Que se lo digan a los del Bernesga. Ni diez minutos pasaron para que Niko Obolskii quitara ese pensamiento a los llegados de la capital del país. Un centro a las nubes llegó a las manos blandas de Pol en portería. Como si de mantequilla se tratara, el cuero se escurrió en las manoplas del meta, y ahí estaba el ruso, que nunca dejó de creer, para enganchar ese esférico y mandarlos a las redes.
Erling Braut Obolskii, como quiso celebrarlo, cerrando el círculo que un punto de penalti con mucha arena en Talavera comenzó. Desde ese momento, el Fuenlabrada se anuló, y los leones no querían dejar gallo vivo en el gallinero. Joel López, desde el córner, quiso pillar despistado al arquero del club madrileño; esta vez sin suerte. Alberto Solís probó de falta, pero la barrera actuó como buena defensa.

No se engañen, los nombres propios serán los de Niko, Pablo y Salvi; pero los verdaderos protagonistas lo fueron Kevin Presa y Diego Percan. Al primero se le había esperado, y aquí está. Lo del segundo, ya es habitual en su estandarte. Precisamente fue el leonés el que tuvo el 2-0 en sus botas con un disparo a media altura que Pol despejó directo al larguero. La primera parte finalizaba con un injusto 1-0 en el marcador.
Y, si se habla de injusticias, el penalti a favor del Fuenlabrada con el que uno de los lineas salió incluso antes de dar comienzo el segundo acto. Pablo Trigueros derribó a un contrario dentro del área. Sigan para el árbitro, falta para ese que, precisamente, debió ver que antes había fuera de juego. Pero, por una vez, la justicia apareció en el Reino. Disparó Campos, atajó Salvi, el rechace para Ibán Salvador, y nuevamente atajó Salvi. Jolgorio en las gradas. Esta vez no, Ley del Ex.

Y, como el guion de una película, en la siguiente acción llegaría el 2-0. Córner que botaba Alberto Solís y ahí estaba la cabeza de Trigueros para mandar el cuero al fondo de las mallas. Un júbilo que quiso prorrogar Presa con una gran jugada, caño incluido, pero que la estirada de Pol en portería arruinó el highlight. Nada podía estropear el final de los San Froilanes. Ni siquiera la expulsión de Niko Obolskii tras asentar un codazo a Ibán Salvador.
El encuentro ya tenía resultado y color. No contento con el penalti y la expulsión, el colegiado quiso criticar la actitud de los recogepelotas en su labor. «¿Van lentos los recogepelotas? Pues ya no habrá», fueron las palabras del delegado; protagonizando la imagen de todos ellos en el fondo sur animando a su equipo. El pitido final decretó la respuesta perfecta a las críticas al equipo. Los playoffs ya están aquí. Y Santo Domingo el siguiente lugar que tachar en la lista de «Venganzas de Segunda».
Fotografías: Irene Rodríguez