Un doblete de Joselu en la primera parte le dan los tres puntos al Racing de Ferrol (0-2) ante una Cultural que se vio superada tras el primer tanto gallego / Incluye vídeo resumen
No, señores, no hay equivocación en el titular. Cierto es que el día de ayer, después de dos años de parón a causa de la pandemia, se ‘inauguró’ oficialmente la Semana Santa leonesa con el Viernes de Dolores. Sin embargo, tal adjetivo de la celebración se ha prorrogado un día más. Y, la procesión que en un inicio recorrió las calles de la ciudad, en esta ocasión hizo una parada de 90 minutos en el verde del Reino de León.
Porque lo que debían ser celebraciones y festejos con este inicio de las fiestas religiosas, sonó más a una marcha fúnebre y siniestra. Teniendo a los protagonistas que vestían de blanco como unos papones lúgubres, sin alma, marchando al ritmo que imponían los instrumentos de los chicos de verde. Porque, señores, el Racing de Ferrol prorrogó los Dolores de la Cultural. Y Joselu se encargó de trasladar la Crucifixión del Viernes Santo al Sábado de Pasión.
Todos los detalles del Reino de León
Y es que no hay que pensar más allá en que los llegados de Ferrol encontraron en el Reino de León su propia casa. Ya no se incide en que el feudo leonés se basara en A Malata para diseñar su estructura, sino que una gran marea verde llegada desde tierras gallegas hicieron del ambiente suyo. Tal vez una llamada de atención al respetable leonés de lo que se debe hacer mirando al Centenario.

Sin miramientos ni especulaciones, el balón echó a rodar, y la Banda de Tambores y Cornetas gallega a sonar. Sin embargo, fueron los leoneses los que quisieron empezar primero su caza. Ketu y Obolskii lo intentaban por partida doble. Sin problemas para Gazzaniga en portería. Cosas de la vida, un ex de la Ponferradina complicaba las cosas a los del Viejo Reino.
Asustaban los ferrolanos, pero eran los de Curro Torres los que más hambre de torrijas tenían. Ketu probaba desde lejos del área, pero el disparo llegaba manso a las manos del arquero del conjunto gallego. Y, en ese preciso instante, se acabó el ataque culturalista. Porque unos instantes después, Joselu iba a comenzar el Via Crucis leonés.

Heber Pena, tras una gran arrancada, servía el cuero para que el veterano delantero fusilara a Dani Sotres. Un gol de esos que rebotan en el larguero y acaban entrando. Jolgorio en el graderío que, en la tarde de este sábado, parecía que ejercían de locales. Ante ello, no hubo reacción leonesa. La procesión había comenzado. Pero más una parecida a la Santa Compaña que a una de Semana Santa. Sotres salvaba un taconazo de Dani Nieto. Pero no podría desde los once metros.
Una nueva internada de Heber Pena por banda derecha finalizó en derribo de Jorge Moreno. Sin dudas para el colegiado. Sería Joselu, veterano en esto, el que sirviera la segunda ‘hostia’ a los leoneses. Una sintonía que no cambiaría en la segunda mitad. Con un Racing alentado por los suyos, y con el sueño del ascenso cada vez más cerca, los gallegos mandaron sobre el verde del Reino de León.

Y las piernas de los de Curro Torres no estaban por la faena de acertar. Llegaron los cambios, en busca de una tecla que parece, ha debido de romperse. Y si no podían ir peor las cosas, Aarón Piñán tenía que retirarse del terreno de juego sin poder siquiera pisar con su tobillo derecho. Continúa el galimatías para el leonés. No le acompaña la suerte en esta segunda vuelta.
Y, justo tras esa acción, el partido murió. Nahuel Arroyo entraba duramente sobre un rival, y el árbitro no se lo pensaba y le enseñaba la roja. Que no decayera la tradición en esta temporada de terminar los encuentros con uno menos. Lo intentaron los leoneses hasta el final, buscando una honra. La cual, nunca se encontraría.

Comienza la Semana Santa leonesa. Tiempo para disfrutar y divertirse. Lo de este sábado en el Reino digamos, ha sido el espejo que refleja la imagen al revés. Quedan siete partidos. La salvación está aún sin confirmar, aunque virtualmente esté ahí. Sábado de Dolores. Esperemos que el próximo domingo en San Sebastián de los Reyes no hablemos de un Domingo de Crucifixión.