El Racing de Santander pasa el rodillo ante una Cultural irreconocible y ausente en El Sardinero (4-0)
Dicen que después de una tempestad, llega la calma. También dice el dicho que a veces hay que tocar fondo para salir a flote. Un símil marítimo para un barco hundido. Porque en las costas del Cantábrico, la Cultural ha sufrido su Titanic particular. Los de Curro Torres no vieron que un iceberg llamado Cedric iba a dañar de gravedad el casco de su nave. Una nave que ya naufraga en tierra de nadie.
Porque el técnico hispano-germano pidió disculpas en sala de prensa posterior al partido. De nada tiene culpa el capitán del barco cuando ha sido la tripulación la que no ha sabido sacar a flote esta nave. Porque la Cultural asumía una Odisea por aguas peligrosas. Y en esos mares peligrosos que son los de la Primera RFEF, los leones encontraron dragones.
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Tras la derrota en Majadahonda, la Cultural debía acogerse a la gesta en Santander para intentar cambiar por última vez su billete en tercera clase por uno de segunda. Porque, seamos sinceros, primera clase está ya cogido. Sin embargo, y como en esa película en la que el chico se divierte danzando con la chica en los camarotes irlandeses de tercera clase, a los leoneses les dieron un buen baile. Pero este no fue divertido.

Poco tardó el Racing en hacer herida en el casco del barquito leonés. El tiempo que Cedric conectó mediante un disparo un centro llegado desde la derecha. Antes Sotres había volado para sacar un cuero a Fausto Tienza. Gran papel del ex racinguista. Al menos él sí que cumplió la Ley del Ex.
Lejos de mejorar, cuando los leoneses estaban asimilando el primer tanto encajado, el segundo subió al marcador. Cedric, con ganas de más sangre fresca, materializó una jugada ensayada al fondo de las redes. Donde el meta de Santiago de Cudeyo no pudo llegar. Con el 2-0 en el minuto 7 de partido, lo peor se concedió.

Un equipo sin alma, irreconocible en el césped, intentaba aguantar los embistes del líder. Cuesta pensar que este mismo equipo lograra finalizar 3-0 en el partido de ida ante los cántabros. Lejos de buscar un tanto que pudiera enganchar a los de Curro, los guerreros del Bernesga lo que intentaron fue que la renta al descanso no fuera mayor.
Algo que se consiguió, pero poco iba a durar también. Esa sensación de saber que nada podrá hacerse para remediar algo empezó a circular entre los futbolistas de la capital del Viejo Reino. Y más aún cuando Cedric, totalmente sólo en el área, se giraba y mandaba el tercer cuero a la red. Con su tercera diana, el técnico local supo hacer que el campo entero le aplaudiera al tiempo que era sustituido.

Con el 3-0 y todas las opciones neutralizadas, Dani Sotres siguió ejerciendo bien su trabajo en este barco que ya estaba debajo del agua. El único en el lado blanco. Jugaba el Racing a sus anchas. La Cultural esperaba las embestidas, incapaz de poner fin a un sufrimiento que desde Santander padecía.
Un fin que puso Bobadilla de cabeza tras el saque de un córner. 4-0. Peor partido de los leoneses en la temporada. Hay que poner bien a circular el hipotálamo para recordar una goleada en contra así. Lo que sí que se puede apreciar en la actualidad es un barco que ya no llegará a ningún puerto. Un buque que, como en toda la temporada, ha quedado en tierra de nadie.