Un tanto del delantero lacianego ante el Colegios Diocesanos supone la segunda victoria consecutiva del equipo maragato y el distanciamiento de los puestos de peligro
Dejando el pozo de tinieblas que supuso los últimos meses de 2021, el Atlético Astorga continúa regalando alegrías y festejos a sus aficionados en esta segunda vuelta. La última de ellas ha confirmado que el equipo maragato quiere finalizar la temporada luchando cual astur o romano por las zonas nobles de la clasificación.
Y es que un solitario tanto de Javi Amor ante el Colegios Diocesanos, en uno de los encuentros aplazados por el coronavirus de esta temporada, ha supuesto la segunda suma de tres puntos consecutiva para el cuadro dirigido por Chuchi Jorqués. Y lo que es más motivo de celebración, ha prorrogado el gran estado de forma de los de la Ciudad Bimilenaria a estar más cerca de los puestos de playoff que de los de descenso.

En estos momentos, los de La Eragudina se asientan como el segundo equipo con más forma de la categoría al haber sumado diez puntos de los últimos doce en juego. Hecho que ha llevado a los de Jorqués a ascender de la duodécima posición a la octava en menos de un mes. Estando despegado en once puntos (arrastres aparte) de la zona roja y a nueve de la promoción a Segunda RFEF.
Los maragatos tiran de fe en Ávila
Esta última victoria ha llegado desde tierras castellanas, donde un único tanto de Javi Amor ha supuesto la victoria ante un Colegios Diocesanos que aparcó su condición de colista y pudo meter en problemas a los maragatos. Sin ir más lejos, a punto estuvieron los abulenses de adelantarse en la primera mitad con un disparo de Ruba tras un rechace que no llegó a coger puerta.

Apaciguado el empuje inicial de los locales, que salieron mentalizados de la importancia de la victoria, los de Chuchi Jorques comenzaron a dirigir el encuentro a su ritmo. Tal fue así el dominio final de los verdes que su eterno capitán, Diego Peláez, dispuso en sus botas mediante una volea el abrir la lata. Pero su remate no inquietó a Velayos en la portería rival.
Sin embargo, ese premio no llegaría hasta el segundo acto; donde una contra de los astorganos iba a ser finalizada por el de siempre, por un Javi Amor que pese a ya rozar la treintena de años sigue demostrando que los viejos rockeros nunca mueren.
Lo intentaron los castellanos a raíz de aprovechar la desventaja de un campo artificial que no invitaba al juego de los de la Ciudad Bimilenaria. Pero la zaga maragata supo defender bien esa ventaja conseguida y no soltó ese premio llamado victoria que, tras los 90 minutos, ya pone rumbo a Astorga.