El ABANCA Ademar se impone con contundencia al Viveros Herol BM. Nava (32-23) y asegura prácticamente su presencia en la fase final de la Copa del Rey
¿Recuerdan la película Space Jam? Esa en la que Michael Jordan juega junto a los Looney Tunes un partido de baloncesto ante el equipo de los Monstars con el fin de no trabajar el resto de sus días en la Montaña Tontolandia. Pues bien, en el ecuador del partido, con el equipo dirigido por la leyenda de la NBA vapuleado en el marcador, Bugs Bunny saca de la manga una poción secreta que vuelve a sus compañeros estrellas del baloncesto; remontando así el encuentro.
Ello no deja de ser ficción, una película para entretener a pequeños y grandes. Pero lo cierto es que, como recurrentemente ocurre en el mundo de la animación, esos hechos aparentemente inverosímiles pueden presenciarse en la vida real. Y este miércoles, el Palacio de los Deportes de León ha sido testigo de aquello que parecía ficción.
No. Para nada se quiere decir que Manolo Cadenas haya dado una bebida mágica a sus jugadores. Pero sí se ha seguido ese mismo guion de la película de la Warner Bros. Como un equipo, sin fuerzas y muy por debajo de su nivel en el final de la primera vuelta, ha vuelto por arte de magia (aquí lo llamaremos trabajo) a ser ese león rampante que todos los clubes en España y Europa temían.
Porque cierto es que solo ha sido un partido. Una contundente victoria frente a un club, como es el Viveros Herol BM. Nava, en esta ocasión muy inferior. Pero ese triunfo demuestra que ese felino aletargado está de vuelta y con las garras apuntando al frente.
Todos los detalles del Palacio de los Deportes
Volvían los ademaristas a la competición. Nada menos que en el cumpleaños del timonel. En frente, un Viveros Herol BM. Nava que muy bien está haciendo las cosas esta temporada, pese al resultado de esta tarde. Ya lo dijo Manolo Cadenas y Luis Puertas, su segundo, en la previa del encuentro, «este partido va a significar un punto de inflexión». Y, con esa mentalidad, salieron los leones a cazar.
Los primeros instantes fueron clave. Una gran defensa plantada por un 6-0 hacía inquebrantable la ofensiva castellana. Y si lograban sortear la muralla leonesa, allí estaba Bomastar para evitar que el balón durmiera en la red. Y es que hay que destacar la gigantesca actuación del serbio en portería.
Aprovechando varios contragolpes, el equipo dirigido por el técnico de Valdevimbre comenzó a alejarse en el marcador. Gonzalo Pérez y Jaime Fernández sembraban el caos por los extremos; mientras que Semedo, Santista y Virbauskas no perdonaban desde el centro.
Con hasta siete tantos por debajo, Zupo Equisoáin probó mejorar la primera línea, totalmente ida y notando la gran ausencia de su goleador, el eslovaco Prokov. Sin embargo, los errores en la salida del balón y los fallos ‘no forzados’ que se diría en el tenis no conseguían meter a los de Nava en el encuentro, viendo como la ventaja se iba en el marcador, y en la eliminatoria.
Con seis por encima se llegó al ecuador (16-10). Algo que nunca más bajaría. Y es que el inicio de la segunda mitad iba a ser una auténtica masacre para los intereses castellanos. Santista, que llegaba tras proclamarse campeón panamericano con Brasil, demostró que esa medalla en el cuello no había sido casualidad.
Los de Zupo lo intentaban, pero esa sensación de que por muy bien que lo hicieras, siempre había un hombre vestido de blanco para frenarte en defensa, supusieron la rendición castellana. Tras unos primeros compases de idas y venidas, con la renta entre los seis y los siete goles de ventaja, el encuentro se asentó.
Tiempo para que el público siempre fiel del Palacio de los Deportes pudiera hacer eso que tanto echaba de menos: disfrutar de su equipo. Se pudo presenciar una mejoría de todos sus integrantes. Con un Kim maravillando al aficionado con su rapidez y con un Antonio Martínez disponiendo de los minutos finales fruto del trabajo duro durante la pretemporada.
Con un imperial Bomastar rescatando a los suyos cuando se les secó la pólvora, el partido se fue incluso hasta los once tantos de ventaja. Algo que recortó Nava en los últimos instantes con dos exclusiones seguidas de los maristas.
Con el pitido final, y el 32-23 en el electrónico, el público agradeció enormemente la vuelta del león a su zona de caza. El Ademar está de vuelta. En una semana clave para el retorno del rey de la selva, la historia comienza a lo grande. El letargo finalizó, y ahora este felino tiene que recuperar las horas de caza perdidas.