Un intento de reacción de la Cultural y Deportiva Leonesa en la segunda parte no remedia el desastre del primer tiempo
Canta el himno del Zamora CF «El mejor es el Zamora», y sepan que no se equivoca. Se jugaba el más esperado de los derbis leoneses en esta segunda fase, y el combate no defraudó. Hubo goles, bastantes. Intensidad. Imágenes inéditas y, por encima de todo, fútbol y ese ambiente de hermanamiento que tanto se agradece en este tipo de choques.
Más que tres puntos, el trono del Reino de León estaba en juego. Y, en esta ocasión, los valientes y leales guerreros de la Bien Cercada se hicieron con el trono. Una gran salida de los locales en la primera parte pilló aún en el autobús a los de Idiakez. Como hiciera Bellido Dolfos hace casi un milenio, los rojiblancos salieron de su campo y ensartaron tres lanzadas en el cuerpo del enemigo. Sin embargo, en esta historia, los visitantes intentaron devolver el embite. Pero, finalmente, la corona es para los herederos de Viriato.
Todos los detalles del Ruta de la Plata
Llegaban ambos equipos con una derrota en su anterior jornada. Los locales, tras el escándalo de los Anexos del José Zorrilla. Los visitantes, tras un recital del Celta de Vigo «B» en León. El ambiente era propicio. Dos aficiones más que amigas, hermanas, se citaban antes del choque para compartir vivencias y anécdotas. Y es que el derbi leonés entre zamoranos y leoneses era una fecha marcada a fuego en el calendario.

Y hablando de fechas, la que hoy marcaba el encuentro. 18 de abril. Día de las Cortes de León del 1188. Ese que está no reconocido como el día de todos los leoneses, zamoranos y salmantinos. La ocasión era única, y el encuentro no defraudó, en especial para los rojiblancos.
Y es que ni dos minutos habían pasado cuando Coscia ponía el 1-0 en el electrónico. Una acción por banda de los de Movilla finalizaba en un centro al área. Giro entre dos centrales del argentino, y este fusilaba a la escuadra de Andoni Zubiaurre. Comenzaban fuertes los guerreros zamoranos. Justo al contrario que los leoneses que, en un intento de componerse, vieron como el mismo protagonista volvía a clavar una lanza en el cuerpo del León.

En esta ocasión, Raúl Vallejo, leonés militante en las filas del club zamorano, levantó la cabeza, visionó a Coscia en el punto de penalti, y cual conexión Xavi-Puyol en el Mundial, mandó el balón a donde el argentino quería. Cabezazo del punta a donde el meta vasco no podía llegar y el 2-0 subía a lo alto del Ruta.
No reaccionaban los leoneses, los del norte, y fue motivo suficiente para que Íñigo Idiakez tomase la drástica decisión de dar entrada a Carlos Bravo y Kawaya en sustitución de Theresin y Toni Abad. Y parece que ese cambio de pizarra funcionó en las filas de los hombres del Bernesga. Julen Castañeda, desde la frontal del área, protagonizó el tanto del encuentro con un zurdazo ajustado al palo de Villanueva. Nada pudo hacer el meta del conjunto zamorano más que recoger ese cuero de dentro de su portería.

Aunque la alegría de recortar distancias duraría un minuto. El tiempo que tardó Éric Montes en llevarse -involuntariamente, eso sí- el cuero con la mano dentro del área. Dani Hernández completaba el triplete de los hombres de Movilla desde el punto de penalti. A la postre, la última vez que los zamoranos herían al León.
Como en Space Jam, los leoneses parecieron salir a la segunda parte con la ‘poción secreta de Michael Jordan’ bajo el brazo. Nada más empezar, una gran jugada de Andy Kawaya -que hoy pareció que volvía a su imagen normal- finalizó en un tanto de Héctor Hernández. Correctamente anulado por posición ilegal.

Rodas protagonizó el susto de la jornada cuando tenía que retirarse del terreno de juego por un balonazo anterior en su cabeza. El canterano Álvaro López entraba al terreno de juego. Desde ese momento, el balón cambió de posedor. Pero las ocasiones no llegaban.
Los leoneses del norte lo intentaban ante los leoneses del centro, pero sin premio. Pudo sentenciar Álex Menéndez en una gran contra de los rojiblancos, pero Zubiaurre, vestido de portero de fútbol sala, sacaba el tiro con la pierna izquierda.

El final del partido tuvo la imagen del encuentro. Ante las notables bajas del cuadro zamorano, el meta suplente Mapisa se vestía con la camiseta de delantero centro. Entre la anécdota, Carlos Bravo recortaba distancia con una volea que entró entre una maraña de jugadores locales. Pero, pese a las insistencias finales, la Cultural no pudo remediar su pésima imagen de la primera parte.
El Zamora se lleva el derbi leonés. Milagrosamente, los de Idiakez pasarán otra semana en puestos de playoffs. Aún dependen de ellos mismos, pero la última bala se agotó. Buena suerte para los zamoranos en la segunda vuelta, aunque está claro que los que la necesitan son los otros leoneses.
Fotos: Isaac Llamazares