La Cultural y Deportiva Leonesa concede un nuevo empate en casa en el encuentro aplazado ante el Real Sporting «B»
Se dice mucho en el mundo del fútbol: «El que perdona acaba pagando». Y no es la primera vez que a la Cultural y Deportiva Leonesa le toca abonar la cuenta de su caridad. Solo hay que echar la vista atrás un par de jornadas para ver que la pólvora mojada no fraguó bien ante el Lealtad de Villaviciosa. Curioso, tan solo se han cosechado cinco puntos de doce ante equipos gijoneses.
En esta ocasión, pareció que el tanto de Bravo frente al Vetusta no hizo las paces entre el madrileño y el gol. Tan solo fue una leve tregua, un espejismo por así decirlo, de una mano negra que continúa. Aunque no todas las culpas deben recaer sobre el ex de la Ponferradina. Y es que Álvaro Juan dispuso también de una ocasión excepcional para la ventaja. Así como Kawaya parece aún pendiente de readaptación.
Todos los detalles del Reino de León
Como una locomotora saltaron los leones al ruedo. La primera sesión de esta película tuvo como protagonistas a los que vestían de blanco. Y buscaban el Goya. Dioni probaba a Christian Joel de cabeza, pero el cuero salía apenas rozando el poste derecho. De igual forma que Iván Elena, desde medio campo, intentaba sorprender a Zubiaurre. Sin problemas para el vasco.

Aunque en el ecuador del primer tramo la filmografía pasó de acción a comedia. Un córner ejecutado por Sergio Marcos dejaba solo a Álvaro Juan. Aún se pregunta el público cómo su disparo salió fuera. Tan solo instantes después, un centro made in Pipo servía el gol en bandeja para Bravo. Pero el madrileño continúa con su odisea particular.
Rodas pareció el más sobrio en ataque. Y es que un cabezazo suyo casi dibuja el 1-0 en el guion, pero Christian Joel bajo palos se encargó de borrarlo. De igual forma que Lucas, ya en el segundo acto, mandaba un zurriagazo a la escuadra. Ágil y salvador Zubiaurre, mandaba esa ocasión a córner. Y es que el meta vasco, como se dice, es el mejor del mundo cuando está bajo palos.

Sin embargo, la comedia dio paso a su escena feliz. Dioni, en su segundo aniversario de su primer gol como culturalista, mandaba a la escuadra el balón tras una gran conexión con Pipo. Buenos tiempos los que transcurren para murciano y malagueño.
Pero, como en esos filmes de Quentin Tarantino en los que el lejano oeste cobra vida, la comedia evolucionó en tragedia. Un saque de esquina fue el revólver, y Zalaya la bala. Solo, completamente solo, el central sportinguista ponía las tablas nuevamente a la película.

Entraron Kawaya, Héctor Hernández, Escardó y Montes en escena. Lamentablemente inoperantes para lo que ya estaba escrito y filmado. Dioni lo intentó al final, a la heroica, con un disparo lejano. Pero con buena solvencia para el guardameta cubano del filial gijonés.
La Cultural vuelve a malgastar una bala en su pelea por el liderato. Aún con un encuentro menos, Promesas, Langreo y Numancia acechan con interés. Siguiente parada, el derbi BIrregional. Un rival directo que no dará cuartel y que supondrá la pelea por la cumbre… o la meseta.