Tres asistencias del malagueño, y algo de suerte, dan los tres puntos a la Cultural y Deportiva Leonesa
Qué fácil resulta todo cuando uno de los mejores, sino el mejor, jugador de la categoría tiene uno de esos días que dicen inspirado. Aunque, en el caso de Dioni, esos días han resultado ser todos en los que Iñigo Idiákez se ha sentado en el banquillo. No habrá marcado ante el Real Oviedo Vetusta, pero aún así los tantos de Sergio Marcos, Bravo y Ugarte en propia llevan su firma.
Una nueva victoria, la quinta esta temporada y la tercera del entrenador vasco, sitúan a los leones en segunda posición con un encuentro menos jugado. El karma, digamos, de la mala suerte sufrida hace menos de una semana se tornó positivo en tierras asturianas. Y es que los futbolistas del Bernesga tuvieron un ángel de la guarda en el primer acto del encuentro.
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Que el resultado no engañe, la Cultural y Deportiva Leonesa perfectamente pudo marcharse camino de los vestuarios con el 3-0 en contra en el marcador. Pero, en esta ocasión, la injusticia del fútbol que tantas veces ha maltratado a los leoneses se tornó del lado cazurro.

Cueto comenzó avisando con un disparo que salió a la izquierda del marco defendido por Zubiaurre, único jugador en haber disputado todos los minutos de esta temporada. Aunque el que primero brilló lo hizo en el área contraria. Y es que Hórreo se lució para desbaratar el disparo de Héctor Hernández.
Y esa, precisamente, sería la única acción de peligro de los jugadores culturalistas antes del gol. Eloy se erigió como la pesadilla en la zaga blanca, hoy roja. Aunque, por suerte, la pólvora mojada impide el correcto disparo. Si no era Zubiaurre lo era la madera de su portería. Y es que el ovetense de 21 años pudo ver como sus tiros se marchaban fuera, al larguero o a las manos del meta vasco.

Lo pasaba mal la Cultural, pero bien saben que el que perdona lo acaba pagando, y los locales lo pagaron. Una internada en el área de Dioni supuso un disparo que el meta logró despejar. La mala suerte quiso que ese cuero impactara en la pierna de Ugarte, con destino las mallas ovetenses.
Aunque ese tanto no dio alas a los de Idiákez. Justo antes del descanso un disparo de tijera de Sandoval volvió a hacer temblar la portería leonesa. De igual forma que instantes después del paso por los vestuarios, Eloy volvía a meter el miedo en el cuerpo a los del otro lado del Negrón.

Cuando peor se pintaba el partido para los ástures cismontanos, un nuevo ángel de la guarda apareció. Rober Sierra era expulsado del encuentro tras recibir la segunda amarilla. El duelo acababa de dar un giro de 180º. Pero, para volver a equilibrar la suerte, el Vetusta empataba el marcador con un tanto de David Amez.
Con uno menos, jarro de agua fría para una Cultural que, sinceros, era lo que más se merecía. Aunque fue, precisamente, esa acción la que despertó al león dormido. El felino del sur, con un movimiento, atrajo a toda la defensa asturiana; y con otro sirvió el cuero para Sergio ‘Messi’ Marcos. El de Sacedón, con maestría, dejaba sentado al portero para marcar a placer el segundo tanto leonés.

Y, de igual forma, un mano a mano de Dioni finalizó en una asistencia para que Bravo, ingresado en la segunda parte, acabara con los fantasmas sembrados en el anterior encuentro ante el Lealtad. Y solo el árbitro dejó al madrileño sin el premio de un auténtico golazo de falta. ¿La razón? Aún se busca.
La Cultural hace pagar al Vetusta los platos rotos de sus vecinos gijoneses. 20 puntos que ponen a solo tres la distancia entre leoneses y burgaleses, aunque estos primeros con un partido menos. Corren buenos tiempos en el Bernesga. Y esta semana que entra decidirá de verdad si lo son.