El primer año de la nueva década quedará en la memoria por la terrible pandemia que paralizó al completo durante meses el deporte leonés
2020, annus horribilis. Nunca una expresión pudo resumir mejor lo que ha significado el inicio de la década de los años 20. 12 meses que quedarán en la memoria como el periodo de tiempo que el mundo se paralizó. Toda actividad no esencial dejó de funcionar un cercano 14 de marzo. Y, con ese decreto, al deporte leonés, como al resto, se le paró el corazón.
Un año de desgracias que, paradójicamente, comenzó con la Cultural y Deportiva Leonesa eliminando al Atlético de Madrid en Copa del Rey. Un bonito comienzo para un triste final. Y es que lo peor de esta epidemia no fueron los tres meses de confinamiento domiciliario, sino sus consecuencias. Sin lugar a dudas, este 2020 arrancó un trocito del deporte leonés.
Muchos de los protagonistas ya no se encuentran entre nosotros tras una vida por y para el deporte leonés. Y por todos ellos, y en su memoria, está dedicada esta noticia.
De la gloria al abismo
Contra el resultado global, el primer año de la década comenzó con una de esas noticias que hasta las portadas de los medios nacionales se hacían eco de ella. La Cultural y Deportiva Leonesa, con la garra y espíritu de un león, eliminaba, contra todo pronóstico, al Atlético de Madrid en la segunda ronda de la Copa del Rey en una noche épica que no se olvidará en León, ni a orillas del Manzanares.
Los tantos de Julen Castañeda y Sergio Benito, la fortaleza en portería de Lucas Giffard y el aliento de más de 13.000 leoneses en la grada decidieron uno de los partidos para la historia. Y esa épica casi de repite un 30 de enero, cuando la tanda de penaltis decidió los octavos de final contra otro equipo Champions como el Valencia CF, a favor de los chés.
Pasando del césped al 40×20, el Ademar hacía lo propio en ASOBAL. En una liga disputada entre mortales y decidida por un mismo dios, los de Manolo Cadenas comenzaban marzo en lo alto de la tabla y viajando a Madrid rumbo a la Copa del Rey. De igual forma que hace dos temporadas, la capital española acogía la competición doméstica, aunque esta vez la Caja Mágica ejercía como feudo.
Una aventura que finalizó un 6 de marzo después de que el FC Barcelona de Xavi Pascual mandara para casa a los leoneses tras imponerse en las semifinales por 42-27. No sin antes cobrarse su ‘venganza’ particular venciendo al Ciudad de Logroño por 33-30; el mismo rival que eliminó a los maristas dos años atrás en el Madrid Arena.
El infierno en la Tierra
Dos semanas. Tan solo 14 días después de esa competición se le paró el corazón al deporte leonés. Esa desgracia llamada COVID-19 llegó a las fronteras europeas desde varios puntos del continente. Y, desde ese momento, se acabó el deporte tal y como lo conocemos.
La suspensión de todas las competiciones a nivel local y nacional llevaron a la decisión, un 4 de mayo, de finalizar la Liga ASOBAL y la Segunda División B. Ello significó la ampliación de la siguiente edición de 16 a 18 equipos si a balonmano se refiere, y la creación de la Segunda B Pro en el mundo del fútbol tras anular los descensos de categoría. De igual forma iba a suceder con el fútbol y balonmano femenino.
En el mismo mes de mayo se conocía la noticia de que la RFEF celebraría unos playoffs ‘exprés’ a partido y sede única para lograr el premio del ascenso a Segunda División. A su vez, una buena noticia llegaba al fútbol base de León. El equipo juvenil de la Cultural, militante en Liga Nacional, conseguía el ascenso a División de Honor tras la cancelación de la competición y después de cuadrar una excelente temporada.
Por otra parte, en Tercera División, La Bañeza y el Atlético Bembibre se salvaban del descenso tras la cancelación de los mismos. Mientras que Atlético Astorga, Júpiter Leonés y La Virgen finalizaban el campeonato sin opciones de playoffs.
La ‘calma’ tras la tempestad
Tras el Estado de Alarma, el mes de junio supuso la vuelta a la llamada Nueva Normalidad. Los organismos de los diferentes deportes nacionales comenzaron a redactar los protocolos de cara a la siguiente temporada. Llegando, en ese momento, la decisión esperada de que el público no podría acceder a los recintos de igual forma que en años anteriores.
Julio llegó con la celebración de los playoffs de ascenso a Segunda División. Sin embargo, la Cultural, un año más, no pudo poner el broche de oro a la temporada. La tanda de penaltis ante el Sabadell, de igual forma que meses antes ante el Valencia, supuso la eliminación de los leoneses en semifinales. Antes de ello, el Yeclano Deportivo no había sido rival para los de Aira.
Con agosto llegaron los cambios. El Ademar, Básket León, Olímpico, Cleba, y los demás equipos de la provincia regresaron a los entrenamientos. Y en la entidad del Estadio Reino de León, un cambio en los banquillos decía “adiós” a José Manuel Aira y daba la bienvenida a David Cabello. Los blancos conocían sus rivales para la siguiente temporada, quedando emparejados con asturianos y castellanos.
Un final de año diferente
El 10 de octubre llegó una imagen inédita en la historia del balonmano. El encuentro que enfrentó al Ademar y al Sinfín en León (con victoria de los maristas por 31-23) pasó a la posteridad tras ser el primero –y único- en jugarse en su totalidad con mascarilla. Una medida más que lamentable impuesta por la Junta de Castilla y León. Las fotografías y las quejas de los jugadores de ambos equipos llevaron a la comisión autonómica a rectificar el absurdo de la nueva norma.
Mientras, en el fútbol base saltaban las alegrías. El juvenil de la Cultural, recién ascendido a División de Honor, dejaba su huella de león en toda la categoría. Finalizando el año como líder en su primer año en la élite del fútbol ‘de los pequeños’.
Igual a las alegrías del Ademar. Los de Manolo Cadenas cerraban el año con una excelente imagen en sus partidos tanto nacionales como internacionales. Dejando ver que 2021 será un año importante en el balonmano leonés. Por otra parte, la Cultural pagaba sus pobres resultados con el cargo de entrenador. David Cabello era cesado como dirigente del primer equipo, y en su lugar Íñigo Idiakez tomaba las riendas del club del Bernesga.
2020 se despide, y deseando, en plano general, olvidarse de él. 2021 llama a las puertas. Un nuevo año para el deporte leonés. Un año menos, quizás, para que ese deporte no esté unido al de la otra región. Sea como sea, ¡Felí añu nuevu!