De inicio a fin mandó en el marcador el Abanca Ademar ante el Atlético Valladolid, aunque los altibajos en el juego le llevaron a decidir el triunfo en los últimos minutos, con un 34-31 que supone la primera victoria de la temporada en el Palacio, la segunda del curso para los de Manolo Cadenas.
Otro inicio fuerte, como sucediera ante Bidasoa, puso en ventaja al Abanca Ademar. Un parcial 3-0 de salida colocó por delante a los leoneses, que no caerían de esa posición privilegiada en el marcador. Una pronta exclusión de Robin Duarte fue aprovechada por el conjunto ademarista para poner tierra de por medio gracias a dos penaltis transformados por Mario López y a las paradas de un acertado Patotski.
Pero la novedad principal y lo que fue tema de corrillo en ese inicio de partido fue ver a Jaime Fernández llevar la manija del equipo. Hace solo una semana, Manolo Cadenas apelaba a la esencia del Ademar y recordaba momentos en los que el equipo tuvo que jugar con dos pivotes o con Juanín de central. Pues un regreso al pasado en la idea, pero actualizado en el protagonista. Y defendió bien su nuevo rol.
Óscar Ollero tuvo que parar el partido con el 5-2 en el marcador para evitar que el partido se rompiera tan pronto. Pero el Abanca Ademar mantuvo una línea regular en la primera parte, con momentos de buena defensa, buena portería y goles, aunque con otros en los que permitió al Atlético Valladolid acercarse en el marcador. Y, entre tanto, un debut histórico. El de Drew Donlin, que jugó sus primeros minutos con el Abanca Ademar, sin suerte en su primera intentona.
David Fernández sigue confirmando su buen estado y apartó cualquier aspecto sentimental por su club de origen. Con todo, se llegó al 16-12 al descanso. En el tramo inicial del segundo acto llegaría la máxima diferencia del partido con seis goles arriba para el Abanca Ademar (21-15). El Atlético Valladolid apretó para reducir diferencias y no entregar ya el partido. Y así fue. Redujo a tres goles, pero dos buenas acciones de Tin Lucin, primero con un golazo de rosca y luego con la asistencia a Rubén Marchán, cortaron el parcial vallisoletano.
La grada jugaba su papel y apretaba, tanto al rival como a los árbitros. Otro gol de Lucin, comandante en esos minutos, devolvió cinco goles de distancia al Abanca Ademar (24-19). Cadenas había cambiado la portería y dio salida a Slavic, mientras el capitán Mario López seguía sumando goles a su casillero particular.
El equipo de Ollero volvió a hacer el muelle, reduciendo otra vez a tres la diferencia tras la exclusión de Juanjo Fernández al entrar a la pista sin que su compañero saliera. No iba a ser tan fácil. Estaba claro. A los últimos diez minutos de partido se llegó con dos goles a favor de los leoneses (27-25) y con todo por decidir. Y vaya si lo estaba…
La diferencia se redujo a un gol con menos de cinco minutos por jugarse (30-29). El público cargó contra los árbitros. Un gol de Marchán y la exclusión provocada, encaminó el triunfo leonés. Una recuperación de balón y el tanto de David Fernández a la contra desató la alegría de un Palacio que veía cerca la victoria con el 32-29 que provocó el tiempo muerto visitante. Al final, un 34-31 que deja la primera victoria de la temporada en casa.