Como era de esperar, muchas de las miradas de los aficionados que este miércoles acudieron al estadio Reino de León se centraron en Raúl González Blanco. El entrenador del Real Madrid Castilla fue uno de los grandes atractivos del amistoso, siendo objetivo de fotos, gritos, aplausos y llamadas antes y durante el partido.
Ya en la salida del equipo del Hotel Trip, donde descansó el Castilla antes del encuentro, fueron muchos los seguidores que le reclamaron para pedirle una fotografía o un autógrafo. Raúl sigue siendo un ídolo para muchos y se demostró en León.
El que fuera, aunque sigue siendo desde otra faceta, uno de los referentes del madridismo, fue recibido en el estadio Reino de León con aplausos cuando su nombre sonaba por la megafonía. El público se agolpó a la salida del túnel de vestuarios para verle salir y los fotógrafos dirigieron sus objetivos hacia él en el saludo con José Manuel Aira y cuando ocupaba su lugar en el banquillo.
Tardó pocos minutos en salir de él cuando arrancó el partido y eso provocó que los seguidores que se situaban detrás sacaran sus teléfonos móviles para hacerle una foto desde la distancia. Raúl vivió el partido en gran parte de pie, dando instrucciones a los suyos y siguiendo de cerca cada jugada el mismo.
Sufrió con los errores, que propiciaron los goles de la Cultural y lamentó las acciones falladas, que dejaron a su equipo sin gol.
Foto: RC Irene