En un año de despedidas, también ha llegado la de Mikel Aguirrezabalaga. A través de sus redes sociales, emitía unas palabras que recogían el agradecimiento de estos años de carrera y su sentir: «Todo comienza y acaba. En mi caso, donde empezó va a terminar, en Zarautz».
En Directo Marca León, Aguirrezabalaga ha recordado sus años en León y en el Abanca Ademar, lo que reconoce como «mi segunda casa». El lateral explica los motivos de su decisión, asegurando que «este año ya me costaba más llegar a los entrenamientos porque tenía más compromisos de trabajo», y entiende que «cuando tienes más años, te tienes que cuidar más para estar al nivel y es ahora cuando menos tiempo tenía».
Su labor profesional le llevó a intentar compaginar su trabajo con el balonmano, algo que ya no puede hacer: «Si solo me dedicase a jugar, podría haber seguido algún año más». A sus 35 años, ahora reflexiona y dice que «me quedo siempre con lo positivo que he vivido y con la gente que he conocido, ya que el balonmano es una pequeña gran familia».
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