Cuándo los resultados no llegan comienzan las preocupaciones, especulaciones, debates e incluso invenciones. Pasa en cualquier empresa que se rige por objetivos y en el caso de la Cultural no iba a ser menos.
¿Cuál es la verdadera realidad en torno al futuro del club?
A pesar de que deportivamente no hay nada decidido ya que las matemáticas le dan a la Cultural opciones de todo, en los despachos empiezan a planificar el futuro en todos los escenarios posibles.
La Cultural es Aspire
La primera y verdadera noticia es que, ocurra lo que ocurra en el terreno de juego en los próximos partidos, Aspire seguirá adelante con su proyecto en León porque para la propiedad, la Cultural es Aspire. De hecho, desde la dirección de la Academia Catarí no se entiende que en León se quiera separar a ambas entidades.
Se abren las puertas a un socio inversor
Desde su llegada a León, Aspire esperaba una mayor implicación de las instituciones e incluso de ciertos sectores del empresariado leonés. El desembolso económico que ha soportado la entidad catarí en León va a rondar los cinco millones de euros a final de este curso. Este desequilibrio presupuestario y la poca aportación vía ingresos locales ha generado que Aspire vea con buenos ojos la llegada de un compañero de viaje que alivie la inversión actual, pero que se beneficie en un futuro con el club en categorías superiores.
¿Pero vale cualquier inversor? La respuesta es rotunda, “no”. Se abren las puertas a un socio inversionista con una trayectoria muy seria y con un capital muy importante que pueda soportar futuras financiaciones en la entidad.
Aspire no va a comprar ningún otro club
Ni Almería, ni Alcorcón. Ninguno de los clubes de esas ciudades está en el punto de mira de la academia. “En España Aspire está representado por la Cultural y así va a seguir siendo”, afirman con severidad.
En los despachos de la “fábrica” catarí ni miran ni van a fijarse en ningún otro club español, pero entienden las afirmaciones desde ciertos medios sobre este inventado interés como una forma de desestabilizar y crear confusión, algo que por otra parte no sienta nada bien. La apuesta por León fue, es y seguirá siendo decidida siempre que León quiera y por lo tanto sume. Hacer daño a la Cultural es dañar a Aspire.
Aspire no entiende como desde ciertos sectores en León se quiere poner a la sociedad y a la afición en contra de la propiedad catarí teniendo en cuenta la inversión realizada, el número de empleos que genera hoy en día la Cultural y la promoción que para la ciudad fue y será tener al equipo en la Liga de Fútbol Profesional.
Se asumen los malos resultados
Dónde termina la lógica comienza el deporte. En la temporada de mayor inversión y con todo a favor para el regreso por la vía rápida los resultados son del todo inesperados. En la Cultural y por lo tanto en Aspire, se asumen los posibles errores en la planificación deportiva. En el club no esperaban que tras la llegada de primeros espadas de la categoría que complementaban a los jugadores que se quedaron del año pasado el equipo no haya carburado según las expectativas generadas, pero la temporada aún no ha terminado y aunque sea muy complicado podría haber un giro en la situación deportiva. En el deporte y sobretodo en el fútbol dos más dos pocas veces son cuatro.
Conclusiones
No es la primera vez que León deja pasar el tren y pierde oportunidades que hubieran cambiado el futuro de sus paisanos, mejor no recordar…
León está en plena ocasión trascendental para dar un giro y aprovechar el desembarco de la mayor empresa deportiva del mundo. Aspire ha demostrado la capacidad y el músculo que tiene, pero no quiere caminar sola, no quiere nadar a contra corriente.
Es el momento de que León apriete fuerte la mano con el club y muestre su apoyo más que nunca. Instituciones, empresas, afición y medios deben de remar en la misma dirección o quizás en un futuro no muy lejano León sea noticia por perder otra oportunidad histórica.