La derrota en Fuenlabrada reabre el debate sobre el verdadero nivel de la Cultural
Del amor al odio hay solo un paso y del éxtasis a la decepción también. En esa montaña rusa de sentimientos se encuentra el ‘culturalismo’ tras la derrota en Fuenlabrada.
Un amigo me decía que los grupos malos cantaban por la cara A y pedían perdón por la B. Volvió a sonar la cara B de la Cultural, esa que ha acompañado al equipo durante varios partidos de esta temporada. Y sonó en un momento delicado, los últimos resultados parecían haber dejado atrás a ese equipo apático, falto de ideas, sin pegada y de pobres argumentos. Las últimas victorias, ¿han sido un espejismo?
Más allá del marcador vuelve a preocupar que no hubiera ningún disparo entre los tres palos, que los Señé, Sergio Marcos o Capilla no sean capaces de asociarse con la punta de lanza del ataque, que no haya profundidad y que ante un equipo ordenado y contundente como el Fuenlabarada se volvió a apagar la bombilla. Preocupa mucho que a estas alturas de temporada, la Cultural no haya vencido en los duelos directos a los rivales que ocupan los primeros puestos de la clasificación. Estéticamente en alguno de esos enfrentamientos ha sido mejor y en otros peor, pero con la excepción de la victoria en el Cerro del Espino, el equipo leonés no ha batido a los primeros espadas del grupo. Además salvo con el ‘Atleti B’ no gana el ‘gol average’ a ninguno de ellos y es conveniente recordar que el año pasado la ‘Cultu’ desciende y hace dos años queda en la primera posición de la liga regular por ese mismo promedio.
Con una plantilla confeccionada a capricho y reforzada en invierno a golpe de talonario el nivel competitivo del equipo vuelve a quedar en entredicho y enmascarado por los continuos tropiezos de sus compañeros de viaje. La clasificación sirve de esperanza para afrontar con optimismo el final de curso, pero la realidad es que la ‘Cultu’ aún no desprende el aroma de los equipos campeones.
En la semana del derbi con la Ponferradina, con siete partidos por disputarse y siete equipos peleando por cuatro plazas de fase de ascenso sólo queda aferrarse a que el DJ cambie el vinilo a la cara A y veamos por fin al equipo que todos esperamos.