Corrían los años 80, cuando la mítica serie de TVE Verano Azul se apoderaba de las televisiones de todos los hogares españoles. Sin embargo, será una frase, o más bien una canción de un capítulo, la que quedará en el recuerdo de toda esa generación, e incluso de generaciones posteriores: “No, no, no nos moverán. Del barco de Chanquete no nos moverán”.
El domingo, nuestro barco, el de todos los leoneses, la Cultural y Deportiva Leonesa, consiguió, por primera vez en esta temporada, llegar al primer puesto del Grupo I. 30 jornadas después. 30 jornadas de sufrimiento, de discusiones con nuestros amigos, de “no jugamos a nada”, de “siempre la misma historia”. Pero, por fin, la historia cambió.
Esta semana, abrimos el periódico, escuchamos Radio Marca León o rastreamos Internet con orgullo de vernos ahí arriba. Sin embargo, llegar ahí tiene su responsabilidad y, viendo lo irregular que ha sido el equipo este año, te entra más miedo que esperanza. Además, en los próximos días, el Fuenlabrada y la Ponferradina esperan con el cuchillo entre los dientes. Dos batallas de 90 minutos cada una que, seguramente, viendo el devenir del grupo, no marcarán los playoff, pero sí darán el empujón necesario, ya sea para bien o para mal.
Quedan ocho jornadas para que acabe la liga regular y parece que Aira ha dado con la tecla, ha encontrado un equipo, una forma de jugar y, lo más importante, ha conseguido motivar y centrar a jugadores como Palatsí, Señé o Yeray, que estaban llamados a ser muy importantes en este equipo y en esta categoría, pero que por diferentes motivos no estaban dando el nivel necesario.
Entramos en la recta final de la temporada, en lo más bonito, en lo más apasionante, y como líder del grupo, por lo que ahora, el equipo en el campo y la afición en la grada, lo tenemos que defender cueste lo que cueste, uniendo fuerzas y gritando, hasta final de temporada, que de ahí no nos moverán.