Se sabía y se advirtió en la previa de la dificultad del partido al que se enfrentaba el Abanca Ademar este martes. El Ciudad Encantada llegaba en mitad de una segunda vuelta casi inmaculada en la competición nacional, sin notar la participación europea y tampoco lo hizo en León.
Planteó un partido de batalla tú a tú a un Abanca Ademar con problemas defensivos y en el que emergió Dino Slavic para evitar que Cuenca se fuera demasiado en un marcador en el que tuvo la iniciativa durante la primera parte. Dutra cumplió con los pronósticos goleadores y fue uno de los mayores problemas.
El partido dejó como anécdota el gol 10.000 de esta temporada en la Liga ASOBAL. Y fue obra del ademarista David Fernández. El partido iba a decantarse en detalles y en la recta final. Todo el mundo así lo veía. Los equipos mostraban un nivel parecido. Al descanso, la ventaja fue mínima para los visitantes (13-14).
Y nada cambió en la segunda mitad. El intercambio de golpes mantenía a Cuenca por delante en el marcador. Rafa Guijosa rotaba, incluso en la portería, con la salida de Nacho Biosca en el ecuador de la segunda mitad. El choque era uno de los más atractivos de la jornada. Se medían dos equipos en buena dinámica y en la lucha por Europa. Y eso hizo que ni el seleccionador Jordi Ribera se quisiera perder el partido.
El partido entró en un momento clave. A falta de 12 minutos para el final, Cuenca ganó una ventaja de dos goles (21-23) y eso obligó al tiempo muerto de Rafa Guijosa. Mosic respondió para recortar la diferencia y el Palacio comenzó a jugar su papel presionando. Era el momento para los estrategas. Le tocaba mover ficha a Lidio con su tiempo muerto. Un larguero y un gol de Simonet igualaron el partido.
Diez minutos y todo por decidir. Y vaya si quedaban cosas por pasar. La exclusión de Carou complicaba el partido, pero el robo y posterior gol de Mario López puso en pie al Palacio, que empujó como en las grandes citas. En especial, en clamor de la mala actuación arbitral. Y llegó otro momento complicado, con el 24-26 a menos de cinco minutos y el parón de Guijosa para reestructurar todo.
Consiguió el Abanca Ademar empatar y plantear un partido a cara o cruz en la recta final. Que al final cayó de canto. Los leoneses se pusieron por delante a falta de 30 segundos con la transformación del penalti de Carrillo, pero otro penalti para Cuenca niveló definitivamente el partido (27-27).
Foto: Isaac Llamazares