La Cultural afronta un encuentro en el que buscará poner fin a su sequía goleadora y regresar a la senda del triunfo
Oscuros nubarrones han asolado la capital del viejo Reino en el último mes. Poco tiempo ha pasado desde que a esos rayos de luz en forma de puestos de playoffs que se podían vislumbrar muy cerca en los habitantes de la capital leonesa les sucediera una serie de cumulonimbos, oscureciendo a una ciudad que ya soñaba con llegar a lo más alto en el año del Centenario de su equipo.
Porque, cinco jornadas después de aquel 2-0 al Mérida, son siete ya los puntos que separan a los hombres de Docampo de las zonas nobles de la tabla… y siete son los que están por encima de los puestos peligrosos de la clasificación. Algo que, precisamente, ha llegado en el momento en que la pólvora de este barquito blanco se secó.
372 minutos sin poder celebrar un tanto. Más de cuatro partidos enteros en los que la balanza deja un desastroso 2/15 puntos cosechados. Ante ello, Córdoba se divisa ya en el horizonte como un nuevo destino en el que realizar el cambio de chip. Una oportunidad de que el gol se vuelva a reencontrar con los futbolistas del Bernesga ante un rival que navega por las mismas aguas.
Un Córdoba también necesitado
Si la Cultural encadena cinco partidos sin conocer la victoria y cuatro sin marcar, la situación de los cordobeses se cierne algo incluso peor. Seis jornadas han pasado desde que los de Germán Crespo se llevaran los tres puntos; algo que se incrementa si se valoran los 5/27 puntos conseguidos en las últimas nueve jornadas. Y, en el apartado goleador, los cordobeses también padecen de pólvora mojada con solo un tanto celebrado en los últimos seis partidos.
Solamente la gran racha con la que arrancaron la temporada les mantiene vivos en la lucha por los puestos de playoffs, de los que precisamente son frontera. Y a tener en cuenta la baja que sufrirán los locales con la acumulación de tarjetas del serbio Dragi Gudelj, central titular del equipo e indispensable en las filas andaluzas.
Por parte de los leoneses, Julen Castañeda se une al lesionado Jesús Álvarez en la enfermería del Reino; aunque Docampo recupera a un Jon Ander Amelibia que ya ha podido entrenar con el grupo esta semana con una máscara protectora por su fractura de maxilar de hace cinco jornadas. Borrosos recuerdos hay de Córdoba, y los leoneses querrán clarificarlos rompiendo sus dos maldiciones.
Fotografías: Irene Rodríguez
