La Cultural y Deportiva Leonesa roza el empate en el tiempo de descuento pero los tres puntos finalmente se quedan en Ferrol con el 3-2 en el marcador
Muchas emociones en muy poco tiempo. Tras una semana de tristes noticias y emotivos actos, finalmente La Virgen del Camino no logró obrar el milagro en un aguerrido equipo leonés que combatió hasta el último suspiro ante los diablos verdes. Manu Justo echó al traste el merecido homenaje que la Cultural buscaba, en forma de tres puntos, para los que ya animarán desde arriba, José Luis Zuazaga y Félix Llamazares.
Sin embargo, visto lo visto sobre el verdadero infierno verde, el equipo entrenado por Docampo recuperó ese espíritu de lucha, garra y entrega que tantas alegrías dio al aficionado leonés en un pasado nada lejano. Los tantos, doblete del mencionado y cabezazo de Jon García, parecieron buscar el llevar ese escenario dantesco a las inmediaciones del Bernesga, pero allí estuvieron Obolskii y Claudio Medina para intentar sofocar las llamas.
Cero puntos, sí, pero mejores sensaciones que las llegadas desde Algeciras. Por supuesto, entre este partido y el de la pasada jornada nadie elegiría el de Ferrol; puesto que tres puntos prestan más que ninguno. Sin embargo, hay luz al final del túnel. Y lo vivido sobre el verde de A Malata ha sacado al exterior lo que le faltaba aún a este equipo: que de verdad crea que se puede llegar alto.
Una primera parte endiablada, una segunda angelical
Como un tren llegaba a la cita el cuadro leonés. Nada importaba sobre el césped del estadio ‘gemelo’ del Reino de León. En frente había un equipo mortal, aún sin derrota, pero que caminaba entre los vivos. Y Obolskii sería el primero que quería demostrar que hasta un dios podía sangrar; aunque este llegara en forma de diablo verde.
Un pase de la muerte de Roberto Alarcón, este sábado titular, llegó a los pies del ruso que, de una segada, impactó el cuero en la madera. Avisaba una Cultural bendecida esta semana por la patrona de toda una Región, pero en frente estaban las puertas del infierno verde, y Manu Justo ejerció de Satanás. Centro medido, preciso, de Heber que logró conectar con un gran cabezazo el de Vigo para mandar a la escuadra. Esta vez, las alas de Salvi no llegaron al esférico.
Lo seguía intentando la Cultural, pero los gallegos imponían su ley. La cabeza pareció ser la parte favorita del cuerpo en el encuentro de este sábado, puesto que de la testa de Jon García llegaría el segundo. Saque de esquina botado y remate buscado del bilbaíno; que lograba deshacerse cómodo de la marca de Jon Ander Amelibia. Con el 2-0 llegó la celebración en A Malata, y la conjura en los llegados del Reino.
Había que reaccionar, y Obolskii estaba harto de las críticas que rondaban su cabeza ante su falta de gol. En la última acción del encuentro, un saque de esquina, quedó el cuero muerto en el área. Allí estaba el ruso para vestirse de ratón de área y mandar el cuero a las redes. Gol psicológico ante ‘os diaños verdes’. Pero estos demonios también sabían jugar a ese pasatiempo.
Nada más arrancó el segundo acto, Manu Justo volvió a colocar la ventaja en los dos tantos. Un pase de la muerte del mismo Heber llegó perfecto para el remate del delantero gallego en frente de un Salvi Carrasco que nada pudo hacer. La Cultural viajaba al tercer círculo de ese submundo creado por Dante Alighieri, aunque con ciertos tintes verdes.
Momento de cambios en el esquema y momento de ver caras nuevas en el escenario. Por fin, y tras superar sus respectivas lesiones, debutaban en liga Íñigo Muñoz y Kevin Presa, este último precisamente a la que fue su casa la temporada pasada. Con ello, el infierno se heló, y el rugido del león marcó la tónica de lo que iba a restar de partido.
Primero Néstor Querol no afinó en frente de Gazzaniga, y el balón salió por encima del larguero. Después, una internada de Álex Blesa acabó con un saque de esquina milagroso para los verdes. Entre tanto, Salvi Carrasco seguía con la aureola en la cabeza y se vestía de santo para mantener al equipo con opciones. Y precisamente en el descuento, como un calco de la primera mitad, llegaría la primera parte del milagro.
La internada de Íñigo Muñoz iba a acabar con un Claudio Medina celebrando su paternidad con un gol que hacía soñar, creer, en el milagro. Pese a dos saques de esquina más de los leoneses, y con unos diablos verdes que ahora sí temían por el rugido del león, el ‘best seller’ no tuvo un final de película. La Cultural lo intentó, pagó muy caro una primera parte dubitativa, pero demostró que ante las críticas el espíritu blanco puede congelar el infierno verde.
Fotografías: Isaac Llamazares