Un sobresaliente Carrasco en portería y el gol tempranero de Alberto Solís le dan los tres puntos a la Cultural ante el Algeciras
A veces, muy pocas, el destino va mostrando ‘spoilers’ sin que uno tenga la facultad de preverlos. O puede ocurrir el caso contrario. Quién podría imaginar que un portero con el apellido ‘Riesgo’ finalmente triunfaría, y sigue triunfando, en el fútbol español. Sin embargo, en el momento que el club que baña el Bernesga se fijó en un guardameta de nombre Salvador, Salvi para los amigos, algo en un interior estaba esperando que sucedieran cosas como las de este sábado en Algeciras.
Por arriba, por bajo, a boca-jarro, desde fuera del área o con dirección a la misma escuadra, ahí estaba Don Salvador Montañez Carrasco. Tan solo le faltó desde el punto de penalti, y tengan por seguro que con la pócima de Panoramix que debió tomar el de Málaga antes del encuentro, no solo lo hubiera parado, sino que el rebote habría terminado en gol en la otra portería.

Cierto es que el encargado del gol fue Alberto Solís, nuevamente en los diez primeros minutos, pero los puntos los dio otro protagonista. Ese que, viendo su trayectoria, estaba llamado a ser el portero de la banca; y en tres jornadas de campeonato ya se ha hecho con más MVP’s que todos y cada uno de los guardametas que ha tenido la Cultu en los últimos años. Tres puntos, otra portería a cero, y un Salvador en el horizonte.
La Cultural resistió el asedio gaditano
Se quería olvidar el mal trago de la noche de copas en Zamora. Una eliminación que, según Docampo, no afectaba en los anímico, pero siendo sinceros, algo había dolido a la plantilla blanca. No hay problema, puesto que 850 km todo lo curan. En frente llegaba un equipo con la ‘flechita’ para arriba tras imponerse al Rayo Majadahonda en su propio feudo. “A por la siguiente en casa”, rezaba Jordi Figueras en la previa. Tendrá que esperar.

Como nos tiene últimamente acostumbrados Solís, la Cultural comenzó desde bien pronto mandando en el electrónico. Un pase atrás, en dirección al borde del centro del área, acabó en un auténtico misil tierra-aire del sevillano a la escuadra. Parece ser que los andaluces son como pez en el agua cuando visitan su amada tierra.
Querol a punto estuvo de aumentar la renta a la siguiente jugada. Y ahí, acabaría el partido para los atacantes, y comenzaría para la verdadera estrella de la noche. Roni, que la pasada campaña dejó 13 goles en su hacer, este sábado tuvo en frente a la verdadera muralla. Se sabe que la Playa de Los Ladrillos está a escasos kilómetros del Nuevo Mirador, pero Salvi se encargó de construir el muro bajo sus tres palos.

Disparo ajustado del máximo efectivo del Algeciras al palo derecho y ahí estaba el malagueño para volar y enviar a córner. Ya estaba avisando el equipo andaluz, pero el nombramiento de Salvador como Salvi I de León llegaría en el segundo acto. Primero, una internada por la izquierda finalizaría con Romero pegándola a boca-jarro. Ahí estaba la mano salvadora de Salvi.
Tras ello, un cabezazo de Figueras tras un córner sería nuevamente despejado a saque de esquina por el guardameta malagueño. Al no tener suerte de frente, el Algeciras lo intentaba colgando el balón al área. No se preocupen, que por una vez en muchos años, la Cultural se ha hecho con un portero que nada teme salir a los balones aéreos.
Era una tras otra, parada tras parada. El CM del club blanco tuvo en la frase “¡Salva Salvi!” un perfecto copia y pega en la segunda mitad. No crean que todo se centró en el área culturalista; Claudio Medina dispuso de una para hacer el 0-2, pero la defensa gaditana desbarató la ocasión. Mucho mejor para prorrogar la beatificación del guardameta culturalista.
El Algeciras se desesperaba. El público rugía, y es que a escasos minutos tras el comienzo de la segunda parte, el colegiado no vio un claro penalti de Cristian Pérez sobre un atacante gaditano. De esas acciones que la pasada campaña tampoco se pitaban a la Cultural. No hubo tiempo para más, y entre acecho y acecho entre la densa bruma, un Salvador de apodo Salvi se erigió como nuevo monarca del Reino.