El extremo vasco valora su llegada a la Cultural y su decisión de jugar en León, así como las primeras tres semanas en «un vestuario unido»
«Habilidoso, al uso, agradecido en el refuerzo y con tintes de lateral», así se ha definido el atacante vasco Íñigo Muñoz en su presentación oficial con la Cultural de este miércoles. Un futbolista que, nada más llegar a la entidad leonesa, ya se ha hecho querer por la afición al asegurar que en cuanto recibió la oferta del club «no hubo dudas». Una decisión clara, teniendo en cuenta la oferta de renovación que Unionistas, equipo mejor clasificado que los blancos el pasado curso, le había propuesto.
Así las cosas, el extremo bizkaíno ha confesado que una de las causas de esta elección ha sido «la sensación que tenía al jugar aquí de visitante». «La exigencia es mayor, entiendo la presión de la afición, estamos en un club grande, tenemos que rendir y estar arriba», ha manifestado el futbolista de 25 años acerca del calor que experimentará por parte de las gradas en el momento que arranque la temporada.
Y, para estar arriba, «la clave es tener equilibrio en todo», ha manifestado Muñoz, explicando que «un vestuario unido en las malas consigue tirar para adelante». «No solo se firman jugadores, si no que también somos personas», palabras que pueden asemejarse a las pronunciadas el pasado jueves por Saúl González en lo relativo a «contrastar» a los futbolistas antes de ficharlos.
El vasco también tuvo palabras acerca de su entrenador, Eduardo Docampo, con el que ya coincidió en su etapa de formación en Lezama y el mismo que le ha transmitido que «siga haciendo lo mismo que en los últimos años». En menos de dos semanas, la Cultural afrontará el primer partido liguero en una competición en la que «cada jornada es un encuentro de playoff».
Fotografía: Isaac Llamazares