Una desastrosa primera mitad en tierras gallegas, con un 4-0 al descanso, supone la derrota de la Cultural ante el Celta B por 5-3 / Incluye vídeo resumen
Existe un mito griego que habla del descubrimiento del fuego por los hombres. Este cuenta que un mortal, Prometeo, logró robar este elemento a los Dioses para entregárselo a la humanidad. Ante esto, y tras ser conocedores del hurto, los Dioses del Olimpo decidieron castigar al protagonista de una forma ejemplar. Esta no era otra que encadenarlo a una montaña y, un águila, devoraría su hígado cada mañana; siendo este regenerado por la noche para que la rapaz volviera, infinitamente, a comerlo durante el día.
Algo así pasa con el buen aficionado de la Cultural. Este acude a ver a su equipo con toda la ilusión -o no- del mundo. Presencia el encuentro y, tras su finalización, desilusionante e incluso enfurecido, jura no volver más a ver un partido de los suyos. Ese enfado va evolucionando a lo largo de la semana para que, cumplido nuevamente el domingo, vuelva otra vez con todas las ganas del mundo.

La derrota de este domingo en tierras gallegas de los leoneses ha sido dura. Muy dura. Un 5-3 tras una desastrosa primera mitad que ha hecho saltar a más de uno del barco. Pero, bien saben esos mismos que ahora están sobre el agua, que dentro de siete días volverán a enfundarse su bufanda y su camiseta y animarán a los de Curro Torres hasta la saciedad. Porque eso es ser de la Cultural.
Todos los detalles de Barreiro
Porque bien se sabía que el encuentro no iba a ser nada fácil. En frente, los chicos de Onésimo buscaban sellar su permanencia en puestos de playoffs. Y no esperaron ni cinco minutos para dejar claro a lo que habían ido un día más a Barreiro. Javi Castro sorprendía, y de qué forma, a Dani Sotres en portería con un centro-chut que se colaba con agresividad en las mallas. Las cosas no empezaban bien para los leoneses.

Pero lo peor, estaba por llegar. Ni tres minutos después, Dani Sotres volvería a protagonizar un nuevo error con el balón en los pies. Un intento de jugar en corto del arquero cántabro finalizó en Holsgrove robándole la merienda al meta culturalista y marcando a placer el 2-0. Se temía lo peor.
Nuevamente, ni 20 minutos habían transcurrido para ver un nuevo castigo para los leoneses. Un mal despeje de la zaga blanca dejaría a Fabrício solo, en mano a mano, ante Sotres. No dudó el brasileño y taladró la portería cazurra por tercera vez en el encuentro. Si ello no fuera ya suficiente sufrimiento, Dani Sotres tenía que abandonar el campo por un golpe de calor.

Entró Edu Frías, pero ni con esas el equipo supo reaccionar al auténtico tsunami gallego. El equipo de Curro Torres se paseaba por una auténtica caldera. Derretidos, abatidos, y no es para menos. Los celtiñas disfrutaban, se divertían. Y, en medio de la fiesta celeste, Fabrício volvió a soplar las velas. Una sucesión de cómicos infortunios a la hora de despejar un balón volvió a acabar en el brasileño colando el cuero por vez segunda en su cuenta particular después de que el balón impactara en la pierna de Rodri Suárez; que volvía a ser titular meses después.
Con el 4-0, la mayor goleada de los leoneses al descanso desde hacía décadas, salieron los de Curro al segundo acto. Y no empezaron mal las cosas para los blancos. Niko Obolskii, de cabeza, perforaría la red rival por primera vez en el encuentro. La remontada estaba lejos, pero visto lo visto esta temporada, era posible. Una sensación que duró los tres minutos que tardaron los de Onésimo en hacer el 5-1.

En claro fuera de juego, Miguel Rodríguez arrancaba una contra que lo dejó sólo frente a Frías. Engañó bien el celtiña y los cuatro tantos de ventaja volvían al escenario. Para más infortunios, las protestas de Curro Torres por la ilegalidad del tanto supusieron la expulsión del técnico blanco. A la espera estará de que Competición no decrete que ese haya sido su último partido al frente del equipo esta temporada.
La entrada de Jon Gaztañaga lo cambió todo. El equipo volvió a izar las velas, y el vasco se adueñó del timonel. Obolskii ingresó en una acción dentro del área, y en el momento de girarse para ver puerta, Carlos Domínguez derribaba en falta al ruso. Pena máxima que iba a transformar un viejo conocido celtiña como Alberto Solís.

Y cinco minutos después, el gen de las remontadas volvería a hacer acto de presencia. Frank Angong, tras una gran pared con Obolskii, anotaba el 5-3 a placer. Lástima la acción posterior, en la que Alberto Solís impactaba una falta en la madera, haciendo temblar el palo durante minutos y las piernas a los celestes. En otro Universo, con el tanto en fuera de juego anulado y la falta en las redes, se hubiera cantado el 4-4. Pero esto es la Tierra, y el guion ya estaba escrito.
Lo intentaron los leoneses hasta el final. Ander Vitoria tuvo una clara por alto que detuvo el meta del club gallego con una gran manopla. David López, en su segundo partido en el primer equipo, pudo sorprender a León entero con una internada en el área, pero la zaga gallega expresó el «no puedes pasar». Así las cosas, el final de los 90 minutos dejaron una nueva derrota, contundente, para los de Curro Torres y la permanencia aún sin asegurar.