Pese a tan solo firmar 28 goles a favor, el equipo dirigido por Sergio Nanín logró la permanencia en la penúltima jornada
Dicen que en el fútbol lo más importante son los goles. La estadística marca que cuantos más se consigan, más probabilidad habrá de que ese equipo acabe llevándose la victoria. Y, a su vez, cuantos más se reciban, más difícil será salvar la derrota. Sin embargo, las estadísticas están para romperlas, y en el caso de La Virgen del Camino, los números no pudieron con las ganas.
El equipo entrenado por Sergio Nanín, así las cosas, puede presumir de ser el conjunto menos goleador en haber conseguido la permanencia, por delante incluso de clubes con mejor suerte de cara a portería. Y es que a la baja estadística de tantos a favor, le sigue la de haber sido el séptimo combinado en conceder menos goles de la categoría. Un trabajo que tuvo en la segunda vuelta de la competición la gran parte de su recompensa.
Un 2021 para no recordar
Pese a lograr un primer mes de competición muy favorable, con dos victorias (Colegios Diocesanos y Santa Marta) y una derrota (Atlético Tordesillas), los de Sergio Nanín firmaron una otoñal estación de auténtico miedo. Cuatro fueron los encuentros consecutivos sin conocer la victoria, aunque para suerte de los virginianos, tan solo se registró una derrota entre ellos; la del derbi ante el Atlético Astorga.

Tras ello, una victoria ante el Real Ávila posibilitó la salida de los puestos de peligro de los de Los Dominicos. Un espejismo de lo que acabaría siendo un seco desierto. Tras los tres puntos en tierras abulenses, los de Sergio Nanín experimentaron la peor racha de un equipo leonés en la temporada, firmando cuatro derrotas y un empate. Hecho que hundió a los verdiblancos en la clasificación.
Una victoria, la conseguida ante el Almazán en diciembre, puso fin a un otoño de terror, pero dos nuevas derrotas y un empate hicieron que la salida del 2021 y la entrada en 2022 predijeran una larga temporada para los de Sergio Nanín. Además de dejar la estadística en 15 goles a favor en 16 partidos. Sin embargo, febrero cambiaría las cosas.
La satisfacción del trabajo bien hecho
Una victoria, 0-3, ante el Colegios Diocesanos abrió el segundo mes del año. Pese a la derrota del siguiente fin de semana ante el Numancia B, los virginianos encadenaron cuatro encuentros sin conocer la derrota; con dos victorias y dos empates, diciendo definitivamente adiós a los puestos de descenso directo. Y es que si no fuera por los arrastres, los de Sergio Nanín hubieran firmado mucho antes la salvación.

Dos derrotas, Ávila y Guijuelo, dieron la bienvenida a la primavera, además de acumular cuatro encuentros sin poder celebrar ningún gol. Nada que no pudieran solucionar tres nuevos triunfos, los conseguidos ante Júpiter Leonés, Ribert y Arandina. Una racha, la mejor de los verdiblancos en la temporada, que incluso llegaron a poner a los pupilos de Nanín como el segundo mejor equipo leonés.
Pese a ello, los nubarrones aparecidos en el mes de abril iban a volver a dificultar las cosas en el último tramo de temporada a los de Los Dominicos. Una derrota ante Almazán y un empate sin goles frente al Palencia hacía que los virginianos necesitaran un punto en las últimas dos jornadas para conseguir la permanencia matemática.

Puntuación que no se hizo esperar hasta la siguiente jornada, en las tablas sin goles ante el Atlético Bembibre. Con los de Nanín ya salvados, una derrota, la del Salamanca B puso fin a la temporada. Una campaña que, al igual que pudo verse en el Atlético Astorga, el buen hacer del equipo en la segunda parte de la competición posibilitó una permanencia que se hizo de rogar.
Los nombres propios de la temporada
Sin lugar a dudas, la temporada de Mario Visa en la escuadra virginiana es para enmarcar. El lateral de 34 años ha acabado erigiéndose como el máximo anotador verdiblanco de la campaña con un total de 9 goles. O lo que es lo mismo, prácticamente 1/3 de los conseguidos por el total del equipo.

Del apartado goleador, al defensivo, un dato de esos llamativos define también al equipo de Los Dominicos. Y es que pocos equipos habrá en el panorama futbolístico nacional que tengan a sus dos guardametas jugando el mismo número de partidos. Y es que a lo largo de la temporada, Dani Freile y Asier Iruskieta han alternado titularidad, desmontando así el mito de que el portero es inamovible en las tácticas del míster.
Pero, si una persona ha sido protagonista en esta campaña, no es otra que Esaú García. Con 35 años y diez años en el club verdiblanco, el capitán se despide definitivamente del barco, y del fútbol. Una retirada tras más de 20 años al servicio del balón, donde incluso tuvo momentos de saber lo que era vestir la elástica nacional. Y, como toda leyenda, su último partido conllevó el último gol de su carrera.