El último sprint de la temporada privó a los de Isra Martínez de poder disputar los playoffs de ascenso por segundo año consecutivo
Pese a quedarse con la miel en los labios, no es para nada cuestionable que la campaña realizada por los chicos de Isra Martínez es para enmarcar. Los cachorros lucharon hasta el final, y tan sólo la regla del golaveraje privó al filial culturalista de prorrogar la temporada unas semanas más y luchar por el ascenso a Segunda RFEF.
Un campeonato que comenzó de manera casi soñada para los chicos del Área Deportiva de Puente Castro, compitiendo de tú a tú con el Guijuelo por el ascenso directo, pero que el devenir de los meses de marzo y abril acabaron por desinflar a los pupilos de Isra Martínez. Sin embargo, y ajenos a su puesto final en la tabla, la temporada 2021/2022 pasará al recuerdo como la de un club en formación que abasteció como hacía años no se vivía a su ‘hermano mayor’.
Un arranque inimaginable
Ya en pretemporada, los cachorros iban a demostrar que su debut en la recién constituida Tercera RFEF daría de qué hablar. Las victorias ante Atlético Astorga (2-3) y Navarro (5-1) y el empate ante el Palencia Cristo Atlético (rival de Segunda RFEF) iban a servir como el precedente perfecto para una campaña ilusionante.

Y lo iban a demostrar los pupilos de Isra Martínez con el pitido inicial de la temporada. Un 1-1 en casa del Guijuelo -a la larga, el mejor conjunto de la categoría y ganador del grupo- sentaría las bases de lo que sería una racha de nueve partidos consecutivos sin conocer la derrota; con ocho encuentros ganados y uno empatado. Hecho que colocó a los culturalistas en una privilegiada primera posición liguera.
Fue, finalmente, el Numancia B el que iba a poner fin a la gran racha de los leoneses con una derrota, 1-3, en el Área Deportiva de Puente Castro, seguido de un nuevo triunfo ante Ciudad Rodrigo en la urbe salmantina. Tres puntos que, a la postre, iban a significar el fin al gran arranque de campaña del filial culturalista.
Un final y arranque de año sin cosechas
Cuatro puntos fue lo que los chicos del Área Deportiva pudieron recoger en el último mes del 2021. La victoria ante el Mirandés B y las tablas frente al Colegios Diocesanos serían la antesala a dos derrotas, la del Atlético Astorga y la del Real Ávila. El Guijuelo se acercaba por el retrovisor, pero el liderato aún estaba en poder de los de Isra Martínez.

Enero sirvió para coger fuerzas, con un empate ante el Ribert y una nueva victoria frente al Arandina. Sin embargo, los ‘reyes del jamón’ continuaban con su rebufo, y febrero iba a saludar con el duelo directo entre leoneses y guijuelanos. El liderato en juego, y los charros ganaban la batalla. Una primera posición que, a la larga, ya no tendría otro dueño.
La segunda vuelta maldita
A la derrota ante el Guijuelo le siguieron dos más, la de Almazán y el Atlético Bembibre, y un empate frente al Palencia. Febrero cerraba su sangría con una sufrida victoria ante el Salamanca B. La primera posición era ya una quimera, y los primeros puestos empezaban ya a verse peligrar.

Y marzo no estaría por la labor de querer echar una mano a los leoneses. Un 1-4 a favor ante el Colegios Diocesanos daba alas a los de Isra Martínez, afianzándoles en la tercera posición. Pero, nuevamente, dos encuentros perdidos, Tordesillas y La Virgen, y uno más empatado, Santa Marta, hicieron perder una nueva posición en la tabla a los culturalistas.
Se afrontaba el último sprint, la vital recta final de la temporada. Las tablas ante Numancia B y Ciudad Rodrigo (este vivido, además, en el Reino de León) ponían a los de Isra Martínez entre la espada y la pared en una peligrosa, pero todavía a salvo, quinta posición. El 0-3 en La Eragudina daba un soplo de aire fresco a los culturalistas. Un soplo que acabó en ventisca.

Con un empate ante el Mirandés B en la penúltima jornada, los leoneses salían por primera vez en la temporada de los puestos de playoff. Con ello se llegó a la última jornada ante el Real Ávila. Los cachorros cumplieron, 0-1, pero el Tordesillas hacía sus deberes frente al colista y la aventura de los de Isra Martínez llegaba a su fin.
La mejor temporada de la cantera en años
Como bien se ha comenzado diciendo, la campaña de los de Isra Martínez pasará a la historia como el año en que los cachorros saltaron a cazar junto al rey león. Un equipo en formación, como lo es el Júpiter Leonés, hizo honor a su objetivo llamando fuertemente a la puerta del primer equipo.

Nombres como el de Rodri Suárez, Javier Fernández, Diego Percan o Marcos González pueden presumir de haber participado y en enorme medida con la Cultural Leonesa a las órdenes de Ramón González primero, y de Curro Torres después. Una progresión de la cantera que hacía tiempo no se contemplaba en el equipo que baña el Bernesga.
Aunque, si bien es cierto que los anteriores cuatro nombres citados fueron los más participativos con el primer equipo, igual de importantes han sido los de Diego Rodríguez, Miguel Manso, Marcos Fernández, Junior Girón, Javier Álvarez o Amis; jugadores que, igualmente, han participado a lo largo de la temporada en un gran número de sesiones con la Cultural, además de entrar en sendas convocatorias.

La cantera llega pisando fuerte. Una ilusión contagiada a gran parte del respetable leonés, que por primera vez en años ha podido sentirse orgulloso del gran quehacer de sus cachorros. Y, en especial, un club que ya ha enseñado los dientes, y que seguirá demostrando su valía.