El equipo entrenado por Miguel Ángel Miñambres pagó en exceso un mal final de campaña, en el que las lesiones y los resultados no ayudaron
Capaces de lo mejor, y de lo peor. La temporada del Atlético Bembibre en su debut en la recién conformada Tercera RFEF se podría definir en esos guiones de Quentin Tarantino en los que no se sabe qué giro de los acontecimientos se va a dar en la historia. Y es que tras una fuerte reacción a la llegada de Miguel Ángel Miñambres, el 2022 protagonizó una auténtica montaña rusa de victorias y derrotas.
Una atracción que tuvo su batacazo precisamente tras confirmar la permanencia en la categoría. Justamente con la llegada de la primavera, las águilas se quedaron sin plumaje, y las opciones de disputar los puestos de playoffs se esfumaron al tiempo que el mes de abril fue contando sus días. Un proyecto que tendrá que esperar hasta la campaña que viene.
Arranque inmejorable, seguido del primer golpe
Mejor no pudieron comenzar las cosas en la capital del Bierzo Alto. Como un ‘antiguion’ de lo que sucedería en los próximos meses, las águilas comenzaron su aventura en la campaña por todo lo alto. Tres victorias consecutivas, frente al Numancia B, Ciudad Rodrigo y Atlético Astorga hicieron soñar a la afición rojiblanca con el sueño del ascenso directo.

Poco tendrían que esperar para ver lo que sería la auténtica seña de identidad del club en la temporada. A ese arranque de ensueños le siguió la primera de las malas rachas. Cuatro fueron los partidos que encadenó el equipo entrenado por Carlos Tornadijo sin puntuar tres; con un balance de tres derrotas y un empate.
El vendaval pudo con el capitán
Una victoria ante el Ribert devolvía la ilusión a la localidad berciana. Sin embargo, ello no era otra cosa que el ojo del huracán, y un nuevo vendaval acabó por llevarse al timonel de la nave. Dos empates, Arandina y Almazán, y tres derrotas, Palencia, Salamanca B y Colegios Diocesanos, llevaron al club a tomar la decisión de cesar a Tornadijo.

Una racha de cinco encuentros consecutivos sin conocer la victoria, firmando un mes de noviembre con pleno de derrotas, fue suficiente para que los altos cargos del club rojiblanco llevaran a cabo la contratación de Miguel Ángel Miñambres como nuevo capitán de la nave. El ex del Atlético Astorga dispuso de su primer encuentro ante el Atlético Tordesillas, saldándose con empate a doses. Y, desde ese momento, el navío cambió de rumbo.
Nuevo entrenador, nueva esperanza
Tras el punto ante los castellanos, las águilas vivirían la mejor racha de la temporada. El 2021 se despediría con dos triunfos, a lo que el inicio del 2022 llegaría con una victoria más y dos tablas. Los bercianos, por tanto, encadenaron seis partidos seguidos sin saber lo que era perder, avanzando a pasos agigantados por la clasificación hasta las zonas de lucha por los playoffs.

El proyecto de Miguel Ángel Miñambres funcionaba, y a ello se le sumaba una nueva incorporación de lujo en la medular del equipo con la cesión del leonés Raúl Vallejo, procedente del Zamora, equipo militante en Primera RFEF. Sin embargo, esa irregularidad que primero pagó Carlos Tornadijo volvería a hacer acto de presencia.
Secuencia perfecta en la segunda vuelta
Tres derrotas volvieron a experimentar los rojiblancos tras la gran racha con la que llegaban. Además, esos dos encuentros, Mirandés B, Real Ávila y Guijuelo, dejaron la cifra de los tantos a favor en cero. Con ello, el equipo volvía a mirar por el espejo retrovisor los puestos rojos de la tabla. Nada que una nueva racha positiva no disipara.

A las tres derrotas consecutivas le llegaron tres triunfos seguidos. Júpiter Leonés, Ribert y Arandina serían las víctimas de un águila con hambre. Nuevamente, la euforia llegaba al Bierzo Alto, y los puestos de promoción de ascenso a Segunda RFEF, algo por lo que poder de nuevo luchar. Pero, la secuencia tenía que continuar.
A esos tres triunfos continuos, le volvieron a suceder tres nuevas derrotas. Almazán, Palencia y Salamanca B confirmaron de forma cruelmente virtual que este no era el año para los rojiblancos. El horizonte de los playoffs se esfumó con la misma rapidez que había aparecido. Pudiendo rescatar algo del tornado, la permanencia ya estaba asegurada. El mes de abril protagonizó la última victoria berciana, ante el Diocesanos, y dos derrotas y un empate para cerrar la campaña.
Roberto Puente, águila real
De igual forma que la pasada temporada, el ex del Atlético Astorga volvió a finalizar la campaña como pichichi particular del cuadro berciano. Once fueron los tantos que el delantero de 35 años pudo celebrar en las filas de los de La Devesa. Dicen que la edad es sólo un número, y Roberto Puente puede presumir de haber alcanzado casi los 150 números en forma de tantos.

En nombres propios lejos no puede quedarse el guardameta Ivanilde Rodrígues. Por segunda campaña seguida, el veterano guardameta ha grabado su nombre a fuego en los tres palos de la portería berciana, situándose como uno de los principales emblemas actuales del equipo entrenado por Miguel Ángel Miñambres.
Con todo ello, las águilas pondrán todo a punto para una nueva campaña con el firme objetivo de acabar lo comenzado en esta. Una base protagonizada por los Omar Navarro, Espi, Del Castillo, Willy o José Manuel González, sobresalientes en esta temporada y que, sin duda, marcarán los cimientos para la próxima competición.