La Cultural y Deportiva Leonesa cae ante el CD Covadonga, colista, dejando una pobre imagen sobre el terreno de juego
14 de marzo. Todos en nuestras cabezas recordamos con escalofríos esa fecha. Y es que, tal día como hoy, hace justamente un año se ponía fin a la vida tal y como la conocíamos. El Real Decreto del Estado de Alarma trajo consigo que todos y cada uno de los españoles anotaran ese infernal número en la agenda como el peor del año.
Y, cosas del caprichoso azar, ese ‘peor día del año’ ha actuado en la naturaleza que envuelve a los pupilos de Iñigo Idiákez. Sobre el verde sintético del Álvarez Rabanal se ha vivido uno de los encuentros más pobres de la temporada para los leoneses. Y es que con el ascenso a la ‘Pro’ (aunque la temporada que viene se conocerá como Primera RFEF) cosechado hace una semana, los blancos salieron con una dosis de relajación encima. Aunque conviene recordar que los puntos que se consigan aún en Segunda B cuentan para la segunda fase.
Todos los detalles del Álvarez Rabanal
Desde el primer momento se supo que esto iba a ser diferente. El técnico vasco tiraba de rotaciones. De bastantes rotaciones. Pero, un aviso, la culpa no han sido las rotaciones, sino la actitud e intensidad de los que vestían de blanco. Y más que mentalidad de arrasar contra el colista, más parecía que los del Bernesga acababan de salir del after.

Bravo iniciaba la ofensiva, fallando de cara a puerta. Y es que el madrileño y el gol hacen ya tiempo que acuden a terapia de parejas. Fuera símiles que pueden hacer soltar alguna que otra carcajada, ese dato es poca broma. Y es que puede resultar realmente duro para un delantero que su cuenta siga vacía jornada sí y jornada también. Los futbolistas no dejan de ser trabajadores. Y, por supuesto, no es coherente criticar a un trabajador que, pese a su esfuerzo, no consigue sus objetivos.
Cerrando este paréntesis, el CD Covadonga, los últimos, hoy no lo parecieron. Manu Blanco probaba puntería frente a Zubiaurre, pero el disparo se marchaba fuera pegado al palo. Font acertaba de cara a puerta, pero el meta vasco adivinaba muy bien las intenciones en la mejor acción del encuentro protagonizada por un jugador de la Cultural.

Eran superiores los azules. Y esa superioridad tuvo como premio el gol. Un rechace blanco hizo que el cuero le llegara a Álvaro García que, de primeras, con la zurda, y desde más allá de los 30 metros, empalara una volea que subió y bajo lo justo para que Zubiaurre no pudiera hacer nada y el balón se colara en las mallas. Golazo de esos que pueden figurar para el Puskas. Nada que reprochar al meta vasco, pues la culpa de ese gol no recae en nadie.
Cierto es que lo estaban mereciendo más los asturianos, pero el empate hubiera sido igual de justo. Y es que ese disparo fue el último de los locales en los 90 minutos. Tras el descanso, los leoneses dieron un pasito adelante. Entraron Éric Montes, Sergio Marcos, Dioni… Todos esos que suelen figurar en los XI titulares del entrenador vasco. Pero el guion estaba escrito.

Una duda retórica surge en este medio, y es cuánto tiempo total estuvo el balón en el aire sin un poseedor claro. Y es que los ‘patadones’, cabezazos y despejes marcaron la sintonía del encuentro. Bravo dispuso de otra oportunidad de poner las tablas en el marcador, pero su disparo salió demasiado mordido y se marchó pegado al palo.
Escardó quiso emular el tiro de Álvaro García desde casi medio campo, pero el meta rival las vio venir y repelió bien la acometida blanca. Marcó Dioni, a centro de Sergio Marcos, pero el asistente entendió que en posición incorrecta.
Derrota de los blancos, la tercera de la temporada. Cierto es que el primer objetivo está ya cumplido. Pero conviene recordar que los puntos que no se consigan ahora pasarán factura después. La primera fase se acaba. Veremos cómo.
Vea el resumen del partido:
Fotografías: Mario Rojas