La Cultural arranca hoy su camino hacia la Segunda División en un atípico play-off de ascenso
Nunca una frase, como la que en su día acuñó el inolvidable Luis Aragonés, tuvo tanto sentido. El cielo o el infierno. No hay termino medio para la Cultural, que con uno de los mayores presupuestos de la categoría de bronce, tendrá el ascenso como único objetivo para salvar la temporada. Porque todo lo que no sea un ascenso condenará a la Cultural a jugar en una categoría que el año que viene estará aún más devaluada, con la presencia de hasta 100 equipos, en un año en el que además la situación social y económica en la que se encuentra el país afectará mucho al fútbol modesto.
Por eso esta vez no hay excusas ni alternativas. Ganar los tres partidos y lograr el ascenso debe ser una obligación que se impongan desde el seno culturalista. Y aunque esto es deporte y los rivales también juegan, a los leoneses no les vale otra cosa que la de salir cada encuentro con mentalidad ganadora, jugar de manera valiente y dejarse el alma en el campo. Detrás tienen una afición que, desde la distancia, empujará a su equipo como nunca. O mejor dicho, como siempre.