Cada 3 de junio se celebra el Día Internacional de este centenario vehículo, aunque 2020 vendrá marcado por la suspensión, 30 años después, de la Vuelta a León
Recuerdo la primera Vuelta a León que tuve el honor de cubrir como periodista. Fue en 2018, y en la cual el gallego Óscar González Brea se coronaba en Astorga como el ganador de la XXIX edición. Para mayor detalle, fue este medio el que me dio la oportunidad de seguirla.
Para ser sinceros, era la primera Vuelta a León que veía en mi vida. Y, tengo que decir, que eso supuso un antes y un después en mi vida como periodista deportivo. Digamos que pudo ser el estar de primera mano con los profesionales del deporte. Y es que las entrevistas a ciclistas, mecánicos, jefes de equipo y demás protagonistas de la competición fue una experiencia que yo aún recuerdo.

Digamos que también pudo ser la emoción del pelotón. El estar justo en el convoy que sigue a los ciclistas, formado por los coches de los equipos y los periodistas, y estar a escasos metros de los ‘corredores’ puede suscitar un sentimiento de querer seguir ahí.
Y, en especial, digamos que fue mi profesión la que suscitó mi interés por el resto de deportes que no incluyen un balón y una portería. Y es que el redactar cada noticia, crónica y artículo de todas y cada una de las etapas de esos seis días de competición fue para mí el verdadero punto de inflexión.
El ciclismo español sonríe un poco menos
Recuerdo aún las palabras que el ganador de dicha edición, Óscar González Brea, pronunció refiriéndose a la Vuelta a León. “Ganar en León supone un salto al profesionalismo”, fueron sus palabras. Y es que hay que resaltar la dificultad de esta competición, la cual es, después de la Vuelta a España, la que más etapas contiene.

Sorpresa, o mejor dicho pesadilla, cuando se supo que la Vuelta a León no iba a celebrar su XXXI edición. Las palabras de la diputada provincial de Deportes, Susana Folla, calaron como puñales en el mundo de la bicicleta al incidir que los 145.000 euros no se destinarían este año para tal cometido.
Este 3 de junio, Día Mundial de la Bicicleta, cabe recordar esta famosa competición que comenzó haya por 1990. Y es que hay que resaltar que la Vuelta a León no solo mostraba a los jóvenes deportistas de este deporte ansiosos por hacerse un hueco en los Giros, Tours o Vueltas a España en un futuro.
León pierde un poco de su rugido
Uno de los propósitos por los que nació la Vuelta a León, en un principio, fue el de mostrar a España los rincones más escondidos y preciados de la geografía leonesa. La Cabrera, Hoces de Vegacervera, La Maragatería, El Páramo, El Bierzo, Esla-Campos… todas y cada una de las comarcas y regiones de esta provincia se vestían de gala para la gran cita.
Tal fue el protagonismo que la Vuelta a España incluyó en sus etapas La Camperona, una de las fases en las que los ciclistas pasaban por los territorios leoneses del norte. Un acontecimiento que fijaba a León como el protagonista dentro del mundo del ciclismo mundial.

Y, lamentablemente (coronavirus aparte), las buenas gentes de la provincia no podrán disfrutar del mejor ciclismo semiprofesional este año. Y, posiblemente, el que viene tampoco. De mano de la Diputación está. Y en este 3 de junio, Día Mundial de la Bicicleta, quiero hacer una mención a todos aquellos que, alguna vez en su vida, disfrutaron de esta Vuelta.
A todos aquellos que, víctimas de la influencia, cogieron su vehículo de dos ruedas y se fueron a dar una vuelta por su barrio o caminito. A todos aquellos que se pusieron en la línea de meta y salida y animaron a los ‘corredores’ que iban pasando por sus posiciones. Y, en especial, a todos aquellos que alguna vez supieron lo que fue disputar esta preciosa vuelta a la provincia. Porque, en ese sentido, León y su Vuelta sigue vivo en sus recuerdos. ¡Feliz Día Mundial de la Bicicleta!