Pedía Diego Dorado en la previa que el factor emocional no afectara a la hora de afrontar un partido que era muy importante para los intereses del Abanca Ademar, que dependía de sí mismo para acabar en cuarta posición y lograr el pase directo a la Fase Final de la Copa del Rey y una posible participación europea la próxima temporada.
Al Abanca Ademar le costó el arranque en un partido que siguió un guion de igualdad. Pero el juego se le atragantó al equipo leonés en varios ataques, lo que provocó la entrada de Rodri Pérez a pista. El lanzamiento exterior funcionó mejor para mantener al conjunto ademarista cerca de un BM Guadalajara siempre incómodo, pero que también se topó con un Nacho Biosca que no quería irse de León de cualquier manera.
La rotación fue mayor en el ecuador de la primera parte, con el cambio en los extremos y la entrada de otros jugadores como Fede Vieyra o Patrick Ligertvari. Logró el equipo de César Montes irse dos goles arriba, pero pronto lo neutralizó el Abanca Ademar, que logró un parcial favorable que le colocó de nuevo por delante (9-8).
Dentro de la igualdad remarcada durante el partido, el equipo leonés logró irse dos goles arriba al descenso (15-13). Quedaba la segunda parte para confirmar la victoria y la cuarta posición. El público se entretenía, al son de los cánticos del grupo de aficionados llegados desde Guadalajara, unos invitados que animaron la fiesta y provocaron la ola con la que se cerró la primera parte.
La segunda arrancó con un gran Rodri Pérez, que ha completado un final de temporada muy bueno. Sus goles llevaron al Abanca Ademar a la máxima ventaja (18-14). Montes tuvo que solicitar tiempo muerto para frenar la sangría. Pero se destapó el Abanca Ademar con el primer gol en el partido de Juanín y la pillería de un Rodri que fue el mejor, acompañados por la actuación en portería de Nacho Biosca (23-17).
El partido se convirtió en una fiesta, con el público alcarreño sumándose y llevando la voz cantante. La grada hacía la ola, celebraba en pie los goles de Juanín y veía que la victoria no se iba a escapar. Los últimos minutos quedaron para organizar la mejor despedida a Juanín. El partido se puso de cara para ello. A falta de un minuto para el final, Diego Dorado pedía tiempo muerto para que el extremo leonés se marchara ovacionado por todos.
Vivió con emoción ese último minuto en el banquillo. Por su cabeza, un montón de recuerdos. Imposible no emocionarse. Como detalle final, Hombrados, un amigo, le regaló su camiseta. El partido casi quedó en un segundo plano, pero la victoria (28-21) se quedó en casa. El Abanca Ademar acaba en cuarta posición y espera ahora la invitación para jugar en competición europea.