Este 25 de mayo de 2019 ya forma parte de la historia del Abanca Ademar y del balonmano nacional. Juanín García ha puesto el punto final a una trayectoria de más de dos décadas, tan extensa como laureada. A sus 41 años, el leonés ha dicho adiós en su casa, rodeado de los suyos y en el club que le catapultó.
«No imaginaba otro club en el que retirarme que no fuera el Ademar, ni un lugar que no fuera el Palacio de los Deportes», dijo en su carta de despedida. Y así ha sido. Un Palacio rendido a su figura le ha despedido como una leyenda, como el jugador más importante que el balonmano leonés ha dado.
Desde el principio de la tarde, ya estaban preparados distintos actos para homenajear su figura. A la entrada del Palacio, se repartieron caretas con su rostro, que fueron mostradas por el público en su presentación y en el minuto 6 de cada uno de los dos periodos. Por detrás, un currículum a la altura de los más grandes. Campeón de todo, mito.
Los focos apuntaban hacia él. Era el centro de las miradas, el objetivo de las cámaras. El Palacio se vistió de Juanín y le reconoció con pancartas que lucían en uno de los fondos. «Juanín, ¡gracias!» o «Simplemente gracias» eran algunos de los mensajes que los aficionados trasladaron a su ídolo.
El primer momento importante de la tarde llegaba durante la presentación. Uno a uno, los jugadores del Abanca Ademar fueron llamados por la megafonía y se colocaron en el centro de la pista, portando una camiseta especial, dedicada a su compañero. En el transcurso normal de los dorsales, el speaker se saltó el 6, que quedó para el final. Fue el último en aparecer, escoltado por el pasillo que formaron todos los jugadores, compañeros y rivales.
El abrazo significativo con José Javier Hombrados sirvió para iniciar los primeros pasos de Juanín hacia la pista, con el público en pie, las caretas y los aplausos, que tronaron en una larga ovación cuando Mario López, capitán, le entregó a su compañero una camiseta de recuerdo con todo el palmarés de Juanín García y firmada por los jugadores de la primera plantilla ademarista. Además, le cedió el brazalete de capitán en su último partido contra el equipo leonés.
Tras el obsequio de las peñas a todos los jugadores que abandonan el club, era momento de dejar a un lado la emoción y centrarse en lo deportivo. Había que ganar a Guadalajara. Coincidiendo con el minuto 6, Juanín se vio ante Hombrados en la línea de siete metros. Frente a frente dos históricos del balonmano nacional, con el penalti parado por el guardameta de Guadalajara.