Ponferradina y Cultural se vuelven a ver las caras tras una temporada sin derbis. El paso por Segunda División del equipo capitalino hace que el último derbi se viviera en la temporada 2016/2017. En León se empató sin goles y en Ponferrada ganó la Cultural 1-3 en lo que, para muchos, fue el principio de todo.
Aquel partido catapultó a los de Rubén de la Barrera, que meses después lograrían el ascenso, mientras que hundió a una Ponferradina que regresaba a la Segunda División B con el papel de favorito y acabó completando una temporada regular que no le llevó ni a jugar el playoff de ascenso.
Ejemplo claro de que los derbis son más que un partido. Lo saben los clubes, los saben las aficiones y parece que de ellos se han empapado también unos equipos donde no abundan los jugadores locales. Solo Viti por la Cultural y Saúl Crespo por los bercianos hacen gala de su bandera. Aunque hay otros jugadores que ya saben lo que es jugar un derbi como este.
La Ponferradina llega líder, tras cosechar su primera derrota la semana pasada en Salamanca, y sin haber dejado escapar muchos puntos de su estadio. La Cultural, por su parte, acumula siete jornadas sin perder, aunque los dos últimos empates salvados en el tiempo de prolongación han hecho que las dudas regresen a un equipo que ahora mismo no ocupa puestos de playoff.
Cea espera poder contar con todos sus hombres, lo que le obligará, más que nunca, a tomar decisiones. Acertar la alineación se antoja complicado, y también la convocatoria. La vuelta de Iván González al centro de la defensa tras cumplir sanción ante el Fuenlabrada sí parece segura, aunque no tanto la de Josep Señé. En Ponferrada lamentan la baja de Yuri por sanción, pero Pichín estará a disposición de Jon Pérez Bolo.
En lo ambiental, se espera que El Toralín roce el lleno, con la presencia de más de 1.100 seguidores de la Cultural. Dos autobuses de aficionados se desplazarán y el resto lo harán en vehículos particulares para vivir un derbi esperado y que, pase lo pase, no será definitivo para nadie.