El reto en el seno de la directiva de la Cultural y Deportiva Leonesa tras consumarse el descenso fue dar continuidad al grueso de la plantilla comandada por el estandarte de Josep Señé. Pero, el jugador que maravilló a la parroquia blanca el pasado curso no se parece en nada al visto en las dos jornadas ligueras.
Apático, desordenado, fallón y frustrado. Señé no ha encontrado su sitio en una categoría que no es la suya, pero en la que debería ser el faro que alumbra por encima del resto. Frente al Rápido y el Pontevedra, el catalán ha estado lejos de su mejor nivel y la Cultural lo ha notado. Sobre todo en Pasarón, dónde el equipo leonés tuvo que abusar de los centros laterales ante la ausencia del ‘enganche’ blanco en el juego interior. Las categorías no engañan, muchos jugadores rinden más y mejor cuánto más alto es el nivel de la competición y sin embargo se hunden en el lodo de los campos de menor rango.
Señé se ha quedado contra su voluntad y a pesar de ser, según su representante, el gran deseado por muchos clubes del fútbol profesional debe mostrar su verdadero nivel. Motivar al jugador insignia del proyecto debe ser una prioridad para el cuerpo técnico de la Cultural antes de que se convierta en un problema.
Con el paso de las semanas comprobaremos si Señé ha sido el ‘fichaje estrella’ o un jugador estrellado contra la realidad de la Segunda B.