Primero llegó a León el boom del running. Fue hace unos diez años cuando empezaron a surgir muchas carreras populares y la gente se animó a entrenar y a participar. Se pasó de que apenas corriesen unos pocos a que los lunes después de una media maratón los raros de la oficina fueran aquellos que no hubiesen participado en ella. Pasamos de que apenas hubiese 15 o 20 carreras al año a que todos los pueblos tuviesen la suya y muchos fines de semana los corredores pudieran elegir entre dos o tres.
Y poco después llegaría también el boom de las carreras de montaña. Al amparo de carreras pioneras como la Truchillas Vizcodillo, Tebaida Berciana o Alto Sil, empezaron a surgir carreras en muchas de las zonas de montaña de la provincia de León. Los corredores empezaron a descubrir las maravillas de correr en entornos naturales y montañosos y muchos dejaron el asfalto para echarse al monte. Y casi todos los pueblos de montaña en León quisieron tener su carrera. Al principio todo era fantástico. Las carreras se llenaban de participantes que disfrutaban del deporte y la naturaleza y los pueblos se llenaban de gente y convertían el día de la carrera en una fiesta.
El crecimiento de las carreras de montaña supuso la aparición de empresas y profesionales que ofrecían los servicios que estas pruebas necesitaban, como el cronometraje, servicios sanitarios, seguros, camisetas técnicas, dorsales, páginas web, speaker etc. Incluso surgieron empresas que se dedicaban a la organización integral de las carreras. También las marcas de material deportivo se vieron beneficiadas de este boom. Y los corredores destacados vieron como podían apostar por profesionalizarse en este deporte. El emergente deporte de trail running estaba creciendo y lo que ocurría en alguna de las carreras punteras ya se empezaba a colar en las primeras páginas de las secciones de información deportiva de los periódicos. Se trataba de uno de los pocos deportes donde los mejores del mundo compartían competición con cualquier deportista popular y eso le hacía más especial.
Pero en los últimos años el panorama ha cambiado. Si nos fijamos en la provincia de León, el número de carreras de montaña sigue creciendo pero lo hace al mismo ritmo que ha descendido el número de participantes. Parece que los entusiastas corredores de montaña que hace años llenaban cualquier carrera de las muchas que surgieron en nuestra provincia se han cansado. La falta de originalidad de muchas de las nuevas carreras y la poca capacidad de reinventarse y de ofrecer nuevos alicientes es una de las causas.
En los dos últimos programas de Marca Training, en Radio Marca León, reunimos a algunos organizadores que nos ofrecieron su visión sobre el momento que vive el trail en León. Charlamos con Aníbal Miguel de la Transcandamia, Javi Pérez Olea de Villafeide, Ángel González Rivero del Cueto del Oso, Miguel Rodríguez de Matallana, Pablo Tejerina de la Nocturna Pico Cueto y Salva Calvo de Transvaldeónica. Uno de los temas más interesantes que surgieron fue cual era la motivación que tienen los organizadores para enfrentarse al trabajo y la responsabilidad anual que supone sacar adelante una prueba de estas características. Surgió el tema de las carreras gratuitas y si es o no lícito lucrarse con el trabajo de organizar carreras. Distintas voces y distintos puntos de vista que nos dieron la visión de las carreras desde el lado de quien las hace posibles.
Los próximos años resultarán esclarecedores sobre el futuro de este apasionante deporte y sobre como quedará la situación de las pruebas que se organizan en León. Me atrevo a pronosticar que el número de carreras va a disminuir. Se van a quedar las carreras que cuenten con más medios y que sepan capaces de cada año de innovar y atraer a los corredores. Y surgirán seguro más carreras pero o ofrecen propuestas diferentes o no podrán mantenerse.
En cuanto al tema de las carreras gratuitas no puedo estar de acuerdo en que no se pague por participar en carreras de este tipo. Me aparece admirable el trabajo que hacen en Matallana capitaneados por Miguel, Camino y Joaco. En Marca Trianing, Miguel expuso su idea de que son los corredores son los que dan el espectáculo y que no sólo no deben pagar sino que incluso debería cobrar por correr. Es interesante, pero no estoy para nada de acuerdo. Deportistas de élite a parte, creo que los corredores deben pagar pues son ellos los que reciben los servicios que se ofrecen y estos deben ser pagados para que sean valorados. Los corredores son los que disfrutan de poder correr en un circuito diseñado, marcado, con avituallamientos, seguro, asistencia sanitaria, con cronometraje de los tiempos de todos ellos. Me parece más importante plantear como gratificar la labor de los voluntarios, una figura clave para entender la organización de las carreras de montaña. Tiene un enorme mérito conseguir dar todos los servicios que ofrece una prueba de este tipo de manera gratuita a los corredores. Pero considero que eso a la larga perjudica al mundo de las carreras de montaña, porque estas pierden valor y porque el resto de carreras, a vistas de los corredores, ven como su valor disminuye ante la comparativa de una carrera de coste cero.
Las carreras de trail han introducido nuevos amantes a la montaña. Personas que disfrutan y cuidan la naturaleza y lo hacen de manera saludable. Además han dado a conocer a muchas localidades montañeras, zonas que tras el éxodo de la gente joven a las ciudades estaba pasando al ostracismo y que esta nueva actividad deportiva han vuelto a poner en el mapa. Ojalá sepamos cuidar este deporte y sigamos pudiendo disfrutar de competir corriendo por la montaña.