El mediocentro del CD Numancia B cuenta su experiencia en Tercera y su trabajo y esfuerzo que le llevó a debutar con el primer equipo
En la historia del deporte leonés, ha habido un gran número de jugadores que han dejado su marca en el panorama nacional (e internacional). Desde esa cifra goleadora de César Rodríguez en el FC Barcelona antes de la llegada de Leo Messi hasta el debut de Viti con la Cultural en Segunda, sin olvidarse de aquella histórica plantilla leonesa que consiguió el ascenso del club cazurro en la temporada 1954/1955. Mucho ha llovido desde aquello y muchos partidos se han disputado en el Reino de León, el Toralín, La Eragudina y más eternos nombres que ya son historia en el balompié español.
Entre nombres y nombres surgió, un 25 de agosto de 1996, el de un joven futbolista, que con sacrificio y esfuerzo, se está ganando su lugar en este maravilloso deporte que es el fútbol: Raúl Vallejo Suárez. El mediocentro (mediapunta, extremo o punta) se convirtió, el pasado 6 de septiembre de 2017, en el leonés más joven en debutar en la Copa del Rey, o lo que es lo mismo, en debutar en el fútbol profesional. Y es que, con apenas 21 años, Vallejo sustituyó a Mateu en el minuto 88 de juego del partido correspondiente a los 64/1 de final de la Copa del Rey que enfrentaba al Real Oviedo con el Numancia en el Estadio Carlos Tartiere. “No me esperaba que fuera a debutar ese día. Había lesiones en el primer equipo, y Jagoba Arrasate nos llamó a un compañero y a mí para ese partido”, explica Vallejo los días previos a escribir su nombre en la lista de jugadores profesionales de España. Jugó cinco minutos ese día, pero eso le bastó para cumplir un sueño que comenzó años atrás, cuando siendo un niño sus padres le regalaron su primer balón de fútbol.
La carrera de Raúl Vallejo, aunque corta, está llena de experiencias y siempre cuesta arriba. Comenzó en las categorías inferiores de un ya desaparecido Huracán Z. Mucho talento desbordó, pues unos años después, en edad infantil, cambió Trobajo por León, y una “Z” en su camiseta por un león y una corona. La Cultural le esperaba. Rápido fue su paso por el máximo club leonés, puesto que dos años después acabaría en las filas del CDF Peña, en Liga Nacional. En 2015 llegó su colofón como juvenil al lograr el ascenso a División de Honor con el cuadro leonés después de una temporada de sufridas victorias y manos a manos con sus perseguidores.
En 2016, Vallejo firmó su primer contrato profesional con la Virgen del Camino, en Tercera División. Empezó la temporada en el banquillo, pero poco tiempo duró eso, pues después del parón invernal ya era titular indiscutible en el once leonés. En 2017 cambia La Virgen por Astorga, club recién descendido de Segunda B. Tras una temporada espectacular, la entidad maragata finaliza la liga como segundo y con opciones de volver a la siguiente categoría. Pero en el último encuentro de los play offs, el CD Vitoria acabaría con el sueño de Vallejo de jugar en Segunda B tan solo por un gol.
Pero, en el verano de ese mismo año, alguien llamó a su puerta. El CD Numancia contrató los servicios del joven leonés con el fin de jugar con el filial. Después de una impecable pretemporada, el mismo Jagoba Arrasate llamó a Raúl Vallejo para completar la plantilla que viajaría esa semana a Oviedo. “La verdad que me alegré más por mis padres que por mí cuando debuté con el primer equipo”, contaba entre lágrimas el joven atacante tras su estreno en el fútbol profesional. Las páginas del deporte leonés siguen escribiéndose y no parece que tengan fin.