El jugador argentino firma una gran actuación y cambia los pitidos del comienzo del partido por una cerrada ovación cuando fue sustituido en los últimos minutos
Después de una semana en la que desde el entorno del Getafe, equipo que posee los derechos de Emi Buendía, se señalaba el descontento del jugador con su situación en la Cultural tras el triste episodio del vídeo con Yelko Pino, y su intención de abandonar la disciplina del equipo leonés lo antes posible, parece que el partido ante el Sevilla Atlético ha servido para dar un vuelco a la situación.
Emi volvía al once inicial tras el castigo disciplinario que le había apartado de la titularidad en los dos partidos anteriores. Eran sus primeros minutos en el Reino de León tras el incidente y una parte del público le mostró su malestar con pitidos en el primer balón que tocó el argentino. A partir de ahí el extremo de la Cultural cambió los pitidos por aplausos gracias a su actitud y su entrega en el campo. A punto estuvo el argentino de abrir el marcador en los primeros compases cuando un tiro suyo se fue rozando el palo. Mediada la primera parte de nuevo Emi casi pone en ventaja a la Cultural pero una gran intervención del meta sevillista Soriano lo impidió. Y cuando peor lo estaba pasando la Cultural un pase suyo a Iza Carcelén acabó en el gol que supuso el empate.
En el minuto 87 Rubén de la Barrera sustituía al extremo por Ángel Bastos y el Reino de León le rendía una cerrada ovación a la que el jugador, uno de los de mayor clase de la plantilla culturalista, respondía con aplausos al respetable.
Parece que de este modo queda enterrado un capítulo que debe olvidarse cuanto antes para que plantilla y afición remen juntos en busca del objetivo de la permanencia.