La Cultural se llevó el primer varapalo de la temporada tras su eliminación de Copa por 0-4 ante el Valladolid en un partido que debe servir para mejorar varios aspectos de cara al futuro.
El equipo leonés cosechó ayer su segunda derrota de la temporada (la primera derrota en casa) y aunque el transcurrir de la temporada está siendo positivo, el partido de ayer nos permite sacar algunas conclusiones:
– Demasiados goles encajados: La Cultural volvió a recibir 4 goles en un partido. Entre Liga y Copa del Rey el equipo leonés lleva encajados 16 goles en 7 partidos, lo que supone una media de 2.28 goles por partidos. En ninguno de los partidos disputados ha logrado dejar la portería a cero. Sin duda el ADN del juego culturalista implica asumir riesgos y eso se traduce en un alto número de goles encajados. Pero Rubén de la Barrera sabe que el aspecto defensivo es lo más mejorable del juego culturalista, sobre todo en lo que respecta a evitar las contras que tanto daño están haciendo a los leoneses los primeros partidos de la temporada.
– Importancia de algunos jugadores: Si bien es cierto que en el primer partido de Copa ante el Alcorcón, Rubén De la Barrera también revolucionó el once con muy buen resultado, ayer los jugadores que disponen de pocos minutos en la Liga no consiguieron hacer olvidar a los habituales en liga. En muchos lances del choque se echó mucho en falta la calidad de los Gianni, Mario Ortiz, Señé o Iza. De la Barrera señaló al final del partido que todos los jugadores son importantes y que la temporada es larga. Pero sin duda, en este momento de la temporada, hay jugadores que están en un momento de forma excepcional y sin los que la Cultural baja, de manera clara, su nivel de juego.
-La competición importante es la Liga: Rubén De la Barrea nunca ha despreciado la Copa. Esta competición le ha permitido dar minutos a los menos habituales y hacer distintas pruebas. No les hubiese importado a los culturalistas pasar de ronda y poder seguir dando oportunidades a todos los jugadores. Pero por otro lado la eliminación, como el propio entrenador culturalista ha reconocido, supone una liberación a la hora de planificar el resto de la temporada. Ahora toca centrarse exclusivamente en la Liga y en los 37 partidos que quedan por delante.